FRANCISCO CARMONA. RESPONSABLE DE TRANSPARENCIA DE ETICOM

"La fuga de materia gris en esta provincia es una tragedia"

  • Es también defensor del usuario en el clúster andaluz de economía digital

  • Cree que "Cádiz tiene que encontrar su especialización en este sector"

Francisco Carmona, en la sede de la empresa que dirige en Puerto Real, Numenti.

Francisco Carmona, en la sede de la empresa que dirige en Puerto Real, Numenti. / JOAQUÍN PINO

Es el máximo responsable de una empresa, Numenti. Ubicada en Puerto Real, forma parte de ese sector denominado economía digital. Comenzaron hace años, como una extensión del departamento de informática del Ayuntamiento de Puerto Real. Hoy tienen 30 empleados, que serán 50 cuando acabe el año, con nuevas instalaciones y más objetivos. Pero además, Francisco Carmona ha sido nombrado como responsable de trasparencia y defensor del asociado de Eticom, el clúster andaluz de economía digital.

-¿Qué es Eticom ?

-Eticom surge originalmente como la representación de la patronal TIC andaluza y poco a poco nos encontramos con un clúster asociativo donde no solo están los empresarios de la tecnología de la información y comunicación andaluza, sino colegios profesionales, asociaciones, universidades... Intentamos dejar morir un modelo viejo de asociación y renacer con un modelo nuevo. Esa asociación muy unida a la ayuda pública la queremos desterrar y nos queremos focalizar en el asociado, generar negocio con él, crear un clima de cambio y servir de grupo de presión para que los rectores de los destinos políticos de Andalucía hagan caso a un sector que es uno de los más potentes de la actualidad.

-¿Qué es la economía digital?

-No es solo el que compra on line ni el que desarrolla aplicaciones informáticas. Es todo aquel proceso productivo que se apoya en nuevas tecnologías. En la provincia de Cádiz, Airbus sería un principal actor de economía digital, o Navantia o iniciativas como el CFA que abrirá en Puerto Real muy orientado al I+D. Pero también la economía digital son los contenidos. Por ejemplo un medio de comunicación como Diario de Cádiz, que ofrece información que es consumida por medios tecnológicos.

-¿Esta provincia está preparada para afrontar estos retos?

-Cádiz tiene ahora una oportunidad única en base a la ITI para modernizar su tejido productivo. Iniciativas como el Centro de Tecnologías Digitales que se plantea en San Fernando o el propio CFA, donde Eticom se ha ofrecido a la Agencia IDEA para aportar su conocimiento y experiencia, son iniciativas que tenemos que aprovechar. Y además tenemos que hacerlo sin volver a caer en la ayuda, sino con la colaboración público-privada.

-¿Han hecho daño al sector las ayudas públicas?

-La crisis ha sido brutal para el tejido asociativo, porque dependía de la cuota y de la ayuda pública. Ha dañado mucho, porque coarta la innovación, el autoexigirse para llegar a metas. La subvención no es mala, y dentro del panorama de la provincia es necesaria por la situación que tenemos. Lo que hay es que gestionarla muchísimo mejor. Por eso el formato público-privado es fundamental. Las empresas saben lo que cuesta generar economía y esa colaboración puede hacer que el incentivo tenga un retorno adecuado. Vamos a un modelo orientado al asociado, a reunir la oferta de nuestros asociados y presentarla al mercado poniendo en valor la palabra coopetencia, es decir, competimos pero juntos.

-¿Cádiz sufre especialmente una fuga de talentos en este campo?

-Sin duda. Tener cerca Sevilla y Málaga, que llevan ventaja, y sobre todo el mercado de Madrid, supone una fuga de materia gris que es una tragedia. Por eso insistimos a los políticos en que todo lo que se invierta en este tipo de empresas revierte después en materia gris, en trabajo de calidad y que necesita conocimiento. Eso eleva el conocimiento medio de la población. No tenemos que resignarnos al turismo, aunque es una fuente innegable de negocio, ni subyugarnos al mono azul de astilleros. Hay que encontrar otras fuentes de economía y sobre los cimientos de las nuevas tecnologías, es muy posible.

-¿Cómo se traslada su trabajo la realidad?

-Pues hemos hecho un código ético que está colgado en la web de Eticom, publicamos la ejecución del presupuesto, las cuentas, rendimos cuenta de las ayudas públicas que recibimos. Vamos un paso más allá y, sin tener obligación porque no pertenecemos al sector público, hemos iniciado una campaña donde publicitamos la contratación de la propia asociación, de manera que el asociado sabe las necesidades de índole tecnológica y cualquier asociado puede concurrir a ese pliego que publica la asociación. Con otra vuelta de tuerca: se prohibe la contratación de las empresas pertenecientes al comité ejecutivo, para evitar suspicacias. No encontrarán otra asociación en España con este modelo.

-Y otra de las aportaciones es el de defensor del asociado.

-Sí. Cuando éramos una patronal pura y dura, la única diferencia era entre multinacionales o no multinacionales. Pero al abrirnos al clúster, hacía falta una figura que pudiera llevar la voz de asociaciones que tienen intereses distintos al de las empresas y micropymes que no se vean avasalladas por grandes empresas.

-Es decir, usted defiende hacia dentro y hacia fuera...

-Efectivamente. Se están canalizando todos los problemas de la asociación; los que son internos los canalizo yo de principio a fin y las que no se derivan a otros compañeros que llevan relaciones institucionales, al propio presidente o si son asuntos más rutinarios del día a día, al secretario general.

-¿Ya está en marcha?

-Sí

-¿Mucho trabajo?

-Sí, porque montar un portal de transparencia sin ser una administración pública es complicado porque las normas te las tienes que autoimponer. Es verdad que hay una legislación pero para lo público. El trabajo ha sido intenso para generar el código ético, para crear las instrucciones de contratación, saber cuáles son los mínimos, los importes, quién decide la contratación, qué se publica... hay que tener la transparencia justa y necesaria, ni quedarse corto ni pasarse.

-Hablando de portales de transparencia, ¿las administraciones públicas de Cádiz lo están haciendo bien?

-Muy poco a poco se van incorporando, pero la lástima es que lo hacen cuando la norma, como las leyes 39 y 40 de procedimiento administrativo, ya obligan casi con procedimientos penales o civiles. Si el ciudadano supiera que puede exigir a su administración relacionarse con ella solo con trámites electrónicos, pondría en graves apuros a muchas de ellas, no solo locales, sino supramunicipales. Queda muchísimo. La Ley 11/2007 de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos es de 2007 y dígame si se cumplen los artículos del 34 al 38: tengo derecho a iniciar mi trámite de manera electrónica, a que se me tramite de manera electrónica, hacer la consulta del estado de mi tramitación y a que se me comunique la resolución de manera electrónica. Los ayuntamientos son los más cercanos pero los que tienen menos recursos públicos para hacerlos, dejando a un lado las voluntades políticas.

-¿Podremos ver en ese caso la desaparición de las colas en los servicios de recaudación municipales o provinciales?

-La de Hacienda no tiene colas, lo que demuestra que los ciudadanos ni somos tan torpes ni estamos tan atrás. Cuando se nos ponen las cosas fáciles respondemos. Yo presento el IRPF de forma electrónica, como un alto porcentaje de la población, sin problemas.

-¿Y los retos inmediatos?

-Queremos crear la marca Andalucía, aunque en el debe tenemos en perspectiva de lo que pueda hacer Cádiz. Tenemos experiencias como Málaga o Granada, pero aquí tenemos que encontrar como provincia ese halo de especialización, por eso es muy interesante lo de la factoría del futuro, hay que aprovechar la trayectoria que tenemos muy ligada a la industria. Llega el nuevo concepto de la industria 4.0 pero quizás hay que pasar antes por la industria 3.0, la 2.0 y la 1.0.

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