Provincia de Cádiz

La población rural se recupera tras el éxodo del 'boom' del ladrillo

  • La Sierra y La Janda, las más afectadas por la emigración, ganan 7.000 habitantes desde el 2000

La Sierra y La Janda, las dos comarcas de la provincia que en mayor medida han abastecido de mano de obra a la costa en la construcción durante la burbuja inmobiliaria, han experimentado en los últimos años una recuperación de poblaciónque no solo ha equilibrado los datos del éxodo, sino que ha incrementado su población con respecto al año 2000.

En concreto, según los datos del INE, la Sierra ha pasado de 116.102 habitantes a 119.350, mientras que La Janda pasó de 87.552 habitantes a 91.796. Por municipios, destaca especialmente el incremento de población de Arcos, la puerta de la Sierra que se beneficia de su cercanía con Jerez. En diez años ha pasado de los 27.000 a superar los 31.000. En el lado opuesto estaría Ubrique, que ha perdido población, pasando de 17.500 a 16.900.

Alfonso Moscoso, alcalde de Villaluenga del Rosario, el municipio más pequeño de la provincia, que llegó a tener a principios del siglo XX más de mil habitantes y que ahora se sostiene con menos de 500, se congratula de que "a nuestra comarca no le esté pasando como a otras zonas rurales, en las que existe una preocupante despoblación". Los motivos, según Moscoso, tienen sus buenas y sus malas noticias: "Una de las causas de la recuperación de población se encuentra en la crisis del ladrillo. Buena parte del incremento de las tasas de paro en la comarca se debe a estos trabajadores que perdieron su empleo en la costa y que vuelven a los pueblos. Esto está provocando una reducción de la población inmigrante, que se encargaba de los trabajos que no hacían los nacionales como la recolección de la aceituna o la fresa, barrer las calles o el servicio doméstico. Y después, al mismo tiempo, y Villaluenga es un buen ejemplo, está la población de la ciudad que está viniendo a vivir al campo, gente que antes tenía aquí su segunda residencia y que cada día pasa más tiempo en la que era su vivienda de ocio".

No es igual el caso de La Janda, donde los trabajadores del ladrillo nunca abandonaron del todo los pueblos, y que tiene concentrado el incremento de la población en dos localidades, Medina y Benalup. Lo explica el alcalde de Medina, Francisco Moscoso: "Nosotros tenemos una población establecida desde tiempo inmemorial, pero la construcción de 1.500 viviendas, con un 60% de VPO, han hecho de Medina un lugar que es atractivo para vivir para gente que residía en Chiclana o la bahía o Jerez porque ese producto inmobiliario no lo encontraban en sus ciudades. Y con las nuevas autovías Medina está muy bien situada en el mapa. De hecho, también hemos recibido mucha gente joven del interior de La Janda".

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