Acudir al especialista si perdura durante más de tres semanas alguno de estos síntomas: afonía o ronquera, dolor de garganta o dificultad para tragar, nariz obstruida, lengua dolorida, úlcera o un bulto en el cuello. La mayoría delas veces será una sintomatología benigna, pero podría ser la mejor forma de detectar de forma precoz un cáncer de cabeza y cuello, una patología que tiene una tasa de curación de entre un 80 y un 90% si se consigue tratar en sus primeros estadios. Esa es la idea que pretende difundir la campaña 'Uno durante tres', promovida por la Fundación Merck, para avanzar en el diagnóstico precoz de la enfermedad. Según Lara Iglesias, del Servicio de Oncología médica del Hospital 12 de Octubre de Madrid, "se trata de un cáncer poco conocido, pese a ser muy frecuente", estimando su incidencia en 33 nuevos pacientes al año por cada 100.000 habitantes.

La principal causa es el consumo de tabaco y alcohol "que aumentan las probabilidades de padecerlo en un 200%", aunque también se dan casos asociados al virus de papiloma humano, transmitido en prácticas de sexo oral sin protección, otro tipo de factores hereditarios, e incluso problemas de mala higiene bucal, aunque en menor medida.

El reto pasa no solo por conseguir que los pacientes estén informados de esta regla para que puedan acudir antes a su médico, sino que también mejore su calidad de vida en el caso de los largos supervivientes. "Para ello estamos trabajando en comités multidisciplinares", que incluyen no solo oncólogos, sino también cirujanos y maxilofaciales, puesto que "también hay que trabajar en hacer mejores reconstrucciones".

Este es un tumor que tiene un gran impacto en la vida del paciente, por lo que la experta insiste en que "cuando ya hemos conseguido aumentar la supervivencia o incluso curar al paciente hay que trabajar en su rehabilitación". Al afectar a partes tan vitales como la boca, y por tanto, a actos tan sencillos como comer y beber, la vuelta a la normalidad del paciente es compleja, y por lo general, se produce un importante aislamiento social, ya que "la mayoría de nuestra vida social gira en torno a la comida".

Cincidiendo con la campaña, también se ha presentado la Asociación Española de Cáncer de Cabeza y Cuello, presidida por María Jesús Romero. Según explica, "que no existiera antes una asociación de pacientes para este colectivo, era una muestra de lo olvidado que estaba". Entre sus acciones, han creado un libro de recetas puesto que la alimentación es uno de sus grandes hándicaps.

Durante el tratamiento, que no después, tal y como informa Lara Iglesias, "son necesarias recetas con muchas calorías y proteínas, porque el tratamiento tiene mucho gasto calórico y por ello es necesario que los pacientes tengan un consumo extra, que después en la fase de recuperación y en la vida diaria ya no será necesario". Igualmente, María Jesús Moreno insiste en que "se pueden hacer recetas tradicionales de la cocina española pero enriquecidas según tablas nutricionales que es necesario consultar para cada paciente".