Salud y Bienestar

Los ambientes cargados y el humo aumentan la sequedad ocular

  • Para los afectados es importante evitar las salidas de aire acondicionado y los espacios con excesiva polución

La sequedad ocular, xeroftalmia u ojo seco es una alteración de la película lagrimal que recubre la superficie externa del ojo (córnea), caracterizada por escasez o falta de lágrima. El principal síntoma de sequedad ocular es la sensación de cuerpo extraño, especialmente al levantarse por las mañanas, con dificultad para abrir los ojos.

La forma en que los pacientes suelen describir este síntoma es "como si tuviera arenilla en los ojos". Son también muy frecuentes el escozor y el prurito, a veces muy intenso, así como enrojecimiento ocular y lagrimeo excesivo por causas ambientales triviales, como viento, frío, ambientes secos o periodos extensos de lectura. No es infrecuente la aparición de pequeños derrames sanguíneos corneales, a veces muy aparatosos. Estos síntomas pueden acompañarse de dolor intenso. Generalmente, el compromiso visual es mínimo. Según recogen las recomendaciones del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos en su web, los síntomas de sequedad ocular suelen agravarse en determinados ambientes cargados (contaminados con humos y gases irritantes), así como en locales cerrados con aire acondicionado forzado (con corriente de aire perceptible), o sequedad ambiental (verano, especialmente). Sea cual sea el tratamiento, en los pacientes afectados por sequedad ocular es importante evitar las corrientes de aire, especialmente las salidas de aire acondicionado y los ventiladores próximos, así como los ambientes con humos u otro tipo de polución ambiental.

En la mayoría de los casos, no obstante, se requiere un tratamiento sintomático consistente en lo que se han denominado lágrimas artificiales . Este tipo de preparados consistentes en soluciones acuosas de composición variable y distinta viscosidad a base de suero salino fisiológico o hipotónico. Además, también son empleados ungüentos oftálmicos lipofílicos que permiten crear una capa lipídica que reduce la evaporación de la película lagrimal. Estas pomadas son utilizadas generalmente por la noche, especialmente entre aquellas personas que experimentan una mayor sequedad ocular durante este periodo por dormir con los párpados parcialmente abiertos.

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