calidad de vida

Los ritmos laborales también pueden condicionar nuestra salud

  • Trabajar en turnos partidos o irregulares afecta a la calidad del sueño y es un factor de riesgo para padecer obesidad

  • Dormir mal incide en el ritmo circadiano y en la alimentación

La hostelería y el ocio suelen ser escenario frecuente de turnos partidos y horarios nocturnos.

La hostelería y el ocio suelen ser escenario frecuente de turnos partidos y horarios nocturnos. / Jesús Marín Bernet

La asociación entre obesidad y patrones de sueño corto está bien descrita en la investigación científica. Del mismo modo, existe una relación comprobada entre los trabajos que exigen turno partido, nocturno o variable y menor calidad del sueño y el descanso. Ahora, un nuevo trabajo de investigación describe una asociación positiva entre la jornada irregular de trabajo y un patrón de sueño corto con la presencia de sobrepeso y obesidad, aunque harán falta más estudios amplios para ver el alcance de este riesgo.

En este estudio, que publica la Revista Española de Salud Pública, han colaborado profesionales del Hospital Universitario Severo Ochoa de Madrid, la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Alfonso X el Sabio y de la Fundación San Pablo CEU de Sevilla. Los autores creen que para combatir la epidemia de obesidad debería considerarse el estudio de la calidad de sueño junto con programas que incidan en una alimentación saludable y una actividad física regular. "Sería asimismo deseable implicar a la empresa pública y privada en la elaboración de planes de prevención del exceso de peso a nivel local para mejorar la salud de sus trabajadores", añaden.

Los cambios en ciclos del sueño alteran el metabolismo de los lípidos y la insulina

Según los datos obtenidos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en España, entre los años 2007 y 2011, dos de cada diez trabajadores señalaban que tenían un trabajo por turnos siendo más frecuente en la población joven y en mujeres y el 7% realizaba trabajo nocturno. Datos similares ofrece la VI Encuesta Nacional de Condiciones de trabajo según la cual el 22,4% de la población tiene un trabajo por turnos y el 8,5% tiene horario nocturno. Las cláusulas de distribución irregular aparecen con bastante frecuencia en los contratos llegando incluso al 25% de los convenios y afectando a más del 44% de los trabajadores.

Teniendo en cuenta el número de horas que duerme una persona, se distinguen tres patrones de sueño. Un sueño corto, que se define como aquel en el que se duermen menos de seis horas diarias, un patrón de sueño intermedio, que englobaría a los sujetos que duermen entre seis y ocho horas, y un patrón de sueño largo en el que se superan las ocho horas de sueño. Según explican en su estudio "la relación de un patrón de sueño corto con la presencia de exceso de peso parece tener estar relacionado con la alteración de los ritmos circadianos, lo que provoca una serie de cambios hormonales, como son el incremento de la grelina, que conlleva un aumento de apetito, y disminución de la leptina, que produce hiperfagia y obesidad". Asimismo, la alteración del ciclo sueño-vigilia presente en estas personas lleva consigo otras modificaciones del metabolismo entre las que se encuentran la resistencia a la insulina y cambios en el metabolismo lipídico, con un aumento del colesterol total y del colesterol de baja densidad (LDL).

Valorando el tipo de jornada laboral de manera independiente se vio cómo el porcentaje más alto de obesidad se encontraba en el turno nocturno (17,50%) e irregular (17,92%).

En el caso del sobrepeso la prevalencia más alta se encontraba en las jornadas partida (40,81%) y nocturna (39,17%) y en relación al normopeso, el mayor porcentaje se encontró en la jornada reducida (62,14%) o de tarde (58,63%). La obesidad es más frecuente entre quienes realizan trabajos con jornada nocturna e irregular y el sobrepeso entre quienes realizan trabajos con jornada partida y nocturna.

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