El Perdón

Fin a 4 años de ausencia

  • La Hermandad del Perdón retornó ayer a la Ermita de Guía tras su 'exilio' forzoso por San Dionisio y CatedraL

DIEZ minutos faltaban para las cinco de la tarde cuando se volvían a abrir las puertas de la Ermita de Guía, tras cuatro años de forzada ausencia, y aparecía el diputado de cruz de guía con el característico hábito de esta cofradía, confeccionado en su orígenes para recordar el azul que caracteriza al mono de trabajo de un obrero. Azul que nos debe llevar a pensar que las circunstancias sociales que vivimos bien valen una mirada desde el corazón a la imagen del Cristo joven que tallara en su día Francisco Pinto Barraquero.

Quizá sea la vuelta a su sede canónica lo más reseñable en este año de una Hermandad que ha visto cómo el infortunio se ha cebado en estos últimos años con ella, haciendo más fuertes aún si cabe a sus hermanos a base de paciencia. Hermandad de corte serio, presentaba un cortejo en el que llama la atención la gran cantidad de monaguillos, niños y niñas que son el mañana de esta corporación.

El Señor del Perdón fijó su mirada en las calles de nuestra ciudad, con 34 costaleros bajo las trabajaderas a las órdenes de Manuel Jesús Tristán, mientras en el interior de la Ermita de Guía sonaba la marcha “Amarguras”, del inmortal Font de Anta, en honor de la Virgen del Perpetuo Socorro. Por cierto, que esta marcha volvería a sonar, adentrados ya en la calle Larga, recordando a Mariano Ramírez, vestidor que fue de la Dolorosa y que hace ya unos años dejó de estar entre nosotros.

El fiscal del paso entregó una rosa a la familia de Mariano Ramírez a unos centenares de metros de esa plaza Aladro en la que residió el famoso vestidor. Detalles como éste son los que engrandecen a una Hermandad.

Hermosísimo resultó el andar de la Cofradía del Perdón por las calles del casco antiguo, dando lugar a estampas que resumen todo el clasicismo cofrade de nuestro Jerez, y contrastando el silencio y el ascetismo del Misterio con el repertorio muy escogido y muy bien interpretado por la Banda de la Cruz Roja de Sevilla. A reseñar de forma muy especial el cuidadísimo exorno floral, especialmente el que se desplegó en el palio, lleno de rosas de color “champagne”.

En resumen, una Hermandad que parece que va cogiendo su lugar y asentándose en el Domingo de Ramos.

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