La hermandad de La Paz sigue dando pasos para afianzarse como hermandad y está a punto de recibir a la que será su imagen de María Santísima que será bendecida en una solemne eucaristía que se celebrará el siete de diciembre en la iglesia parroquial de Fátima, su sede canónica, a cargo del párroco y director espiritual de la cofradía, Buenaventura Sánchez Falcón. Hasta esa fecha, la corporación ha preparado un calendario de actividades que tiene como objetivo preparar a los hermanos para tan importante acto.

La talla fue encargada por la junta de gobierno al imaginero Elías Rodríguez Picón, natural de la población onubense de Rociana, un autor inédito en la ciudad. Sin embargo, sí es muy conocido en su entorno, especialmente en la provincia de Huelva y en su capital para cuyas cofradías ha trabajado extensamente destacando el Cristo de la Redención. También tiene obras en Granada como el misterio del Descendimiento al completo e incluso con trabajos en el extranjero como una Virgen del Rocío que viajó hasta Brasil. Suyo es asimismo el monumento a la Virgen del Rocío, que se ve en sus andas cargada por los almonteños, situado en la capital onubense.

La primera cita del programa es una conferencia que ofrecerá el vestidor Fernando Barea, no muy dado a intervenciones públicas. Será el día 4 y hablará sobre la devoción popular a la Virgen. Al día siguiente la conferencia la ofrecerá el rector del seminario diocesano, Ignacio Gaztelu Pastor, que desarrollará el tema de la bendición de las imágenes en la Iglesia.

El día antes de la bendición, el seis de diciembre, se ofrecerá una oración poética a cargo de Enrique Víctor de Mora Quirós. A mediodía de las vísperas de La Inmaculada tendrá lugar la bendición de la imagen a lo que seguirá, al día siguiente, un besamanos extraordinario de la misma en la iglesia de Fátima. María Santísima Refugio de los Pecadores, que es la advocación elegida, estará desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche. Para cerrar, el sábado día 13 tendrá lugar una misa de acción de gracias por los beneficios espirituales obtenidos por la bendición, a las ocho de la noche, a lo que seguirá la anual cena de hermandad que se rematará con una zambomba.