La Amargura

Siempre Amargura en Los Descalzos de calle Medina

  • A esta hermandad no le hace falta variar nada para que su grandeza sea la de cada año

Amargura, siempre Amargura, la hermandad que desde la calle Medina  señala uno de los 'nortes' cofrades más importantes de la ciudad. No le hace falta aplicar cambios o novedades que traten de aumentar sus atractivos porque los tiene casi todos. Es la cofradía en la que viven nombres importantes del cofradierismo jerezano, de ahora, de ayer y de siempre. Y eso se nota y se respira junto a ella en cualquier lugar o sitio donde se la vea transitar, pese a que el día en lo climatológico no fuera para enmarcarlo. Es de las hermandades en la que ya se sabe lo que va a suceder, algo que no le resta atractivo. Por el contrario, permite que cada año podamos renovar en la memoria esos sublimes momentos que nos regala por las calles. De salida como siempre, aparte del lleno absoluto en los alrededores de Los Descalzos y después de dejar pasar el largo, ordenado y hermoso cortejo de nazarenos,  sonó Nuestro Padre Jesús para dejar asomar al Flagelado a la puerta del templo y hasta el cancel, momento en el que las cornetas y tambores rompieron esa armonía tan hermosa con la Marcha Real. Y un rato después, Estrella Sublime -qué bien tocada por Julián Cerdán- para dar paso solemne y majestuoso al grandioso paso de La Amargura en el que Ella lo llena por completo aunque haya algunos guiños a colocarle un San Juan su vera, imagen que ya tiene la hermandad expuesta al culto.

Armonía y buen gusto a raudales con ese característico aroma a los alhelíes que se esparcen por los bouquets  que adornan el palio; una forma de andar con la que las cuadrillas embelesan los sentidos de mecidas suaves y al compás de la marcha. Y así hasta el final, sin alteraciones que rompan la armonía amargurista en las calles, incluso en ese instante en el que la hermandad atraviesa la calle Naranjas, la del milagro, en la que Ana María Salas y muchos amarguristas no pueden contener emociones y donde este Miércoles Santo se estuvo a tope en todos los sentidos. 

Fue allí precisamente, en la calle Naranjas, calle emblemática donde las haya para la Hermandad de La Amargura, donde desde uno de sus balcones se dispensó un año más, un homenaje musical a los titulares de la cofradía de Los Descalzos. Desde el salón de un primer piso, el pianista José Zarzana acompañó al cantaor 'Zarzuelita' mientras éste rendía una saeta por siguiriyas al Señor que es flagelado por los sayones.

Poco después, se haría lo propio desde este balcón con el palio de María Santísima de la Amargura. En esta ocasión el músico acompañó al piano a Laura Mateo, mientras la cantaora interpretaba la plegaria que el poeta, compositor y pregonero Antonio Gallardo dedicara a tan señera imagen de la Semana Santa jerezana. Cabe recordar que este acto es una tradición. Sin ir más lejos, el año pasado José Zarzana puso música a una tenor que dedicó a la Virgen de la Amargura un precioso Avemaría.

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