E L barrio de Icovesa recibía expectante, un año más, a la joven y salesiana Hermandad de la Redención. Multitud de personas se postraban alrededor del Santuario de María Auxiliadora desde las 17,30 de la tarde de Jueves Santo, aguardando la salida del Señor de la Redención, que representa el momento en el que Malco, siervo del Sumo Sacerdote Anás, abofetea a Jesús.

La salida de esta cofradía es cuando menos dificultosa para los costaleros, ya que, por las pequeñas dimensiones de la puerta principal , éstos deben colocarse de rodillas para que ninguna de las figuras llegue a rozar la puerta.

La Redención se llevó su tradicional 'petalá' en la avenida del Amontillado

El trabajo de esta Hermandad continúa año tras año y su misterio va tomando color, con el estreno de la canastilla trasera dorada, obra de Amalia Morales y con una cartela maravillosa realizada por Encarnación Hurtado. También, entre los estrenos, se encuentra el conjunto de insignias para la presidencia y la vestimenta de Malco, que pudo verse cuando el capataz, Juan Oblaré, paró el paso justo en la puerta. "Los dos costeros a tierra por igual", señaló para que la cuadrilla se pusiera de rodillas y el Señor de la Redención saliera a la calle ante los aplausos de su barrio y el auténtico resplandor de la delantera del misterio completamente dorada. La cruz de guía llegaba prácticamente a Santa Ana cuando al Señor le llovían los pétalos mientras sonaba la banda de cornetas y tambores de las Tres Caídas de Arcos. Y precisamente hacia Santa Ana se dirigía la Redención, para realizar un saludo a su vecina Hermandad de la Candelaria y que se está convirtiendo en una tradición para la Hermandad Salesiana, mientras el cortejo de nazarenos con túnica color hueso y capa y antifaz color azul marino llenaba ealas rumbo a la plaza Aladro.

Aunque, en tradición para la cuadrilla de la Redención, se ha convertido el famoso bar Gallo Azul, ya que es uno de esos puntos en los que se preparan marchas y se comienza a andar con esos cambios tan característicos que solo ellos tienen en Jerez. Gustará más o menos, pero eso sí, el estilo es inconfundible, no pasa desapercibido. Unas formas que decidió la Hermandad desde el minuto uno de su puesta en la calle y que hoy siguen manteniendo intacto.

Y este estilo se hace patente en la calle Tornería cada Jueves Santo. Hasta seis marchas tocó la banda de las Tres Caídas desde el comienzo de Tornería hasta Rafael Rivero. La Pasión, Ahí Queó o La Fe, fueron algunas de las interpretadas por esta banda de Arcos, que denostaban unos aires trianeros que el misterio de la Redención supo aprovechar a la perfección.

El Jueves Santo noche se vuelve complicado para el público cofrade, ya que mientras algunas cofradías de este día están en su recogida, las de 'Madrugá' comienzan su estación de penitencia. Una encrucijada complicada de resolver, con la que la Hermandad de la Redención y las del Jueves Santo tiene que convivir.