Domingo de Ramos · la borriquita

La inocencia que llega de San José

  • La Hermandad de la Estrella pone, nada más y nada menos, que a casi 700 nazarenos en la calle.

Un pequeño nazareno se levanta el antifaz en la Escuela de San José. Si hay una hermandad de los niños esa es La Estrella.

Un pequeño nazareno se levanta el antifaz en la Escuela de San José. Si hay una hermandad de los niños esa es La Estrella. / pascual

Aunque llevemos ya años con un magnífico preludio en las cofradías del Sábado de Pasión, para quienes ya las canas asoman en nuestras sienes el auténtico comienzo de nuestra Semana Mayor se localiza el Domingo de Ramos detrás de la parroquia de San Marcos, en la puerta trasera de la Escuela de San José, el viejo almacén de diezmos donde, por obra y gracia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, miles de jerezanos aprendieron a vivir y a caminar por la vida.

Con un tiempo inmejorable, sol en todo lo alto, que parece que no va a abandonarnos durante toda la semana, y dejando para el más absoluto de los olvidos las continuas miradas a los partes meteorológicos, todo ello a pesar de las molestas rachas de levante, la característica cruz de Guía de la corporación lasaliana, obra de los hermanos Juan y Abelardo Buzón, dio paso a un río de capirotes de raso azul y a la algarabía de pequeños nazarenos y rubias palmas. Es el lugar donde la incocencia de ese niño que todos llevamos dentro aflora y se hace Pasión, Pasión de y en Jerez. Casi setecientas túnicas, incluidos los más pequeños, ha puesto este año en la calle de neto sabor lasaliano y eternas hechuras juveniles, volviendo a demostrar, una vez más, orden y disciplina, formalidad y buenas maneras en la calle.

Siguiendo la tradición, la cofradía entregó una palma rizada en el palquillo

El paso de Misterio, que calza cuarenta costaleros dirigidos a la voz de Martín Gómez Moreno, asomaba por la angosta puerta de la capilla de San José, buscando el patio y la trasera del templo del evangelista San Marcos. Fieles a la tradición, el paso del Señor Triunfante a lomos de la pollina, iba magníficamente exornado de rosas color sangre de toro y una nueva palmera obra de Miguel Pérez Carrillo. Estrena este año este Misterio una nueva figura, la del apóstol San Pedro, obra del imaginero Fernando Aguado, así como las vestiduras de las imágenes secundarias.

El acompañamiento musical es otra de las novedades de este año en la hermandad lasaliana, apostando por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro padre Jesús Cautivo de Málaga.

En el recuerdo de los más mayores de la cofradía al salir el Misterio, la figura del malogrado hermano Antonio Botella, que fue quien hizo con su empeño que la cofradía pudiera, hace ahora cuarenta años, allá por 1977, que los pasos pudiesen salir desde dentro del Oratorio de la Escuela.

Siguiendo la tradición que viene de algunos años atrás, la cofradía ha hecho entrega de una palma rizada en el palquillo de toma de hora, palma que presidirá toda la Semana Mayor y que ha sido regalada por la hermandad de Damas y Caballeros de Nuestra Señora del Carmen de nuestra ciudad.

Por último, cerrando esta explosión de alegría que inunda nuestras calles, el palio con la bendita imagen de Nuestra Señora de la Estrella, madre de todos los lasalianos, obra que saliera de las gubias del sevillano Sebastián Santos, luciendo el soberbio manto que le bordara el astigitano Jesús Rosado con motivo del cincuentenario de su bendición y con un exquisito arreglo floral a base de rosas blancas. Treinta costaleros, hermanos también de la Cofradía, portaban a la Dolorosa a las órdenes de Manuel Serrano, a los sones, un año más, de la Banda Municipal Enrique Galán de la vecina localidad de Rota.

A reseñar, en el trayecto de vuelta hacia su sede canónica, el previsto paso por la cuesta de Limones y la Basílica de Nuestra Señora del Carmen Coronada, preludio del espectacular paso por Tornería en búsqueda de su sede canónica.

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