Diario de Pasión

El paso del Descendimiento cumple 60 años totalmente renovado

  • El trabajo recupera el dorado y las policromías de Ortega Bru de este impresionante paso

Una de las realizaciones más esperadas y más comprometidas, por su coste y ejecución, ha sido la recuperación del paso del Descendimiento, una de las obras cumbres de Guzmán Bejarano, que contó con la colaboración de otro grande Luis Ortega Bru, en la realización de la imaginería que se reparte por el canasto y respiraderos. Este monumental paso fue tallado, dorado y policromado en los talleres de Luís Jiménez Espinosa y Manuel Guzmán Bejarano. Su realización comenzó en 1957 y se terminó para la Semana Santa de 1958.

Se concibió pensando en el impresionante misterio del genio de San Roque, cuya imaginería también estrenará sus vestimentas este Viernes Santo. Fue en septiembre cuando los hermanos de la hermandad aprobaron en cabildo la restauración, que se ha llevado a cabo por la empresa sanluqueña 'Ars Nova restauraciones SL', Jesús Guerrero y Fabián Pérez. El objetivo de la hermandad era conservar la originalidad del paso, que el cumple 60 años. Las andas precisaban de esta intervención de forma urgente. Así, tras los trabajos efectuados en el palio de la Soledad, la actual junta de gobierno decidió entrar de lleno en este proyecto. Fabián Pérez, uno de los restauradores, aseguraba a Diario de Jerez nada más recibir el encargo y tras los estudios pertinentes, que "los grandes desperfectos que se apreciaban eran fundamentalmente el de un mal mantenimiento durante decenas de años". Los repintes, el uso de pinturas o la socorrida purpurina se veían por determinadas zonas del paso. No se detectaron grandes problemas estructurales pero sí se localizaron en la obra alguna pérdida volumétrica de las zonas más cercanas a las esquinas. Así, las labores de limpieza, adecentado y recate del dorado y policromías en general fue la línea a seguir.

El criterio seguido ha sido dejar que la huella del tiempo fuera evidente en este paso, un valor que no es incompatible con su recuperación. Algo que sí se ha puesto en evidencia es el trabajo de Ortega Bru. Desde el inicio de los trabajos se vio que los trazos de las policromías de las capillas "llegaban a ser ciertamente vulgares y exageradamente académicas, buscando siempre una unificación en los colores y sin resaltar ningún motivo ni detalle", algo que no cuadraba con Bru: usar una policromía tan básica.

Pero aparecieron otras capas que sí convencían de que el genial artista había intervenido en la pintura de su propio trabajo y que el sanrroqueño no dejara el trabajo a medias sin policromar. Con estos parámetros, veremos un paso renovado que resaltará aún más tanto el misterio con las andas que lo sostienen. Un gran estreno.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios