La Cena

La sintonía del Lunes Santo

  • Tarde fresca pero radiante en San Marcos con un buen ambiente para ver una gran hermandad

El paso de misterio de la Sagrada Cena en la iglesia de San Marcos segundos antes de salir a la calles de la ciudad.

El paso de misterio de la Sagrada Cena en la iglesia de San Marcos segundos antes de salir a la calles de la ciudad. / miguel ángel gonzález

S AN Marcos, en el Lunes Santo, sabe a cofradías, sabe a sol radiante, aunque ayer hiciera frío, sabe a gente expectante por ver grandes cosas de calidad y bien hechas. La Hermandad de la Cena puso ayer el acento en un nuevo Lunes Santo que, como dice el capataz, Martín Gómez, es el Señor del cáliz en la mano el que "abre la tarde".

Lleno estuvo como es costumbre la calle San Marcos y la plaza Rafael Rivero con una de esas bullas imprescindibles de la Semana Santa si se quiere seguir las evoluciones de los pasos y no perder detalle de ellos. Gente de muchas partes se acercan a los alrededores del iglesia 'alfonsina' para disfrutar de un buen rato de gran cofradierismo. La cofradía presentó sus pasos adornados floralmente con el estilo propio y clásico, usando el clavel rojo para el Señor y la misma flor pero de color blanco para la Paz y Concordia. Los dos soberbios pasos dejaron bocas abiertas ante la maravilla que hicieron posible los mejores artistas de la talla, el bordado y la orfebrería.

La hermandad lució en el misterio una reliquia de San Marcos, obsequio del párroco

La hermandad ha recuperado o repuesto los enseres que le fueron robados hace un año como el cáliz del Señor, regalo de los costaleros del misterio, la corona de la Virgen, que ha quedado preciosa en un muy buen trabajo de Toni García Falla, además del detalle que se vio en el frontal del canasto, tallado por Castillo Lastrucci, un relicario con una reliquia de San Marcos que ha regalado a la hermandad el párroco de los Cuatro Evangelistas, Antonio López. Los cofrades hicieron hermanos a los agentes del Grupo 1 de Policía Judicial del CNP que investigaron el robo.

El que se acerca a ver la salida de la hermandad sabe perfectamente que ese inicio tiene una composición de varias marchas que se sincronizan admirablemente con la gente de abajo. Así, este año los instrumentos de la agrupación de La Estrella de Dos Hermanas -un año más y van muchos con la cofradía-tocaron, mientras que el paso estaba dentro del templo el canto eucarístico 'La muerte no es el final', una dedicatoria a todos los difuntos especialmente niños y al pequeño niño Gabriel asesinado.

Tras el himno nacional empezó la sucesión de marchas como 'Señor de la Cena', 'Bajo tu Cáliz' y 'Señor de San Marcos' así hasta casi alcanzar la plaza Rafael Rivero en una suerte de izquierdos y costeros, sobre los pies y paso largo, de los que son maestros los costaleros de San Marcos. Eso es lo que el público quiere ver cada año, cómo los que en Jerez inventaron trabajar las marchas con cambios lo hacen cada año mejor.

Este año, el paso de palio de Paz y Concordia tuvo al mismo capataz del misterio, Martín Gómez, que aceptó ser capataz general de la hermandad. El maravilloso palio de plata y oro empezó a andar dentro de la iglesia con la marcha 'Paz y Concordia' interpretado por la banda del Nazareno de Rota cuya presencia siempre es garantía de calidad, y seguidamente el himno, algo que está siendo irrenunciable este año por las cuestiones políticas generales; y para españoles, los cofrades.

Así fue como se hizo un nuevo Lunes Santo por San Marcos; una sinfonía cofrade medida y entregada a las emociones tanto desde dentro de la hermandad como desde las aceras. Por poner un pero, del mismo modo que en otras cofradías, demasiado hermano 'sano' con traje y medalla paseando en torno a la cofradía.

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