Lautaro Acosta era una de las buenas noticias en la mañana de ayer, al realizar el entrenamiento completo después de su larga lesión de tobillo. El joven jugador argentino, que se lastimó ante el Stuttgart hace ya dos meses y medio, está en la fase final de su recuperación y no quiere dar ni un paso atrás por precipitar su vuelta.

El ex jugador de Lanús se explicó ayer públicamente acerca de su lesión y pidió paciencia: "Hasta a mí me llamó la atención todo este tema de la lesión. Había sido un simple esguince, después al forzarlo no me había dado cuenta de que se formó un hematoma interno, que es lo que me molestaba. Y para curarlo había que parar de entrenar y hacerlo aparte, porque podía llegar a ser algo quirúrgico. Jugar esta semana es apresurado, tengo que ir de a poco, fue una lesión más grave de lo que pensaba y para no volver a recaer, que sería horroroso, lo bueno sería ir de a poco y esperar a estar al cien por ciento". Así de claro habló Acosta, quien podría estar listo para jugar la semana próxima. Mañana es inviable, pese al acicate que supondría el hecho de que el seleccionador argentino, Maradona, esté viendo el encuentro.

Acosta, además, le echó una mano a Mosquera: "El grupo lo apoya mucho. Yo jugué en Lanús contra el Pachuca, sé cómo es como jugador y creo que va a demostrarle a todo el mundo que se equivoca".