Sevilla - levante · informe técnico

Érase una vez un Sevilla que vivía de Rakitic...

  • El bajón del balcánico limita el fútbol creativo de un equipo cuyo organizador fue Fazio y que sufre una alarmante falta de gol.

¿Ha sido el Levante el encargado de desnudar y airear todas las carencias del juego ofensivo del Sevilla o lo han hecho paulatinamente otros rivales como Deportivo, Celta o incluso Espanyol aunque al final cayera en la Copa el jueves? El sopor fue la tónica dominante en una noche fría a más no poder en el Sánchez-Pizjuán, una noche en el que el Sevilla, sin Rakitic, se quedó una vez más en nada. El suizo-croata estaba en el campo, sí -no obedece la afirmación anterior a ningún lapsus-, pero su estado físico, como demostró también el jueves, no es es el mismo del de otros encuentros. Porque el sevillismo confía en que se trate de merma física, de cansancio... antes que de aburrimiento al no encontrar jugadores con los que asociarse.

El Sevilla tiene varios problemas y algunos de ellos serios. El de Rakitic comentado más arriba puede que hasta con Campaña se solucione, puesto que el canterano pone interés y tiene algo distinto. La dudas: ¿tiene ritmo? y, peor aún: ¿está dispuesto el Sevilla a darle minutos? Porque ayer jugó sólo seis... Otro problema con más difícil solución visto lo visto es la falta de gol.

 

Defensa

Un partido en el que no se puede calibrar el nivel defensivo del equipo de Míchel porque el Levante renunció completamente a crear y a llevar el balón a la zona de tres cuartos. Con todos por detrás de la pelota, provocó que Fazio, y no Rakitic, fuese el organizador del juego del Sevilla y ahí empezaban los problemas locales. El argentino, sin nadie a quien vigilar, rompía líneas, pasaba a Maduro e iniciaba la labor de creación. Raro fue el balón que le llegó a Martins en ventaja.

Ataque

El orden táctico bastó al Levante para neutralizar y enfriar la calidad del rival. Negredo se encontraba solo, Medel no hacía de enganche porque se metía en el área cuando jugó junto a Rakitic y el balcánico no la busca ya como al principio de Liga. Por la derecha, el bajón de Cicinho, en un partido además que no le exigía en defensa, es alarmante y Jesús Navas acusa esa falta de apoyos. Sólo surgía algo cuando Fazio rompía los esquemas llegando desde atrás, pero todo moría antes de llegar al área de Munúa.

Estaba cantado que entre Maduro y Medel uno sobraba y Míchel lo intentó con con un Reyes que buscó el riesgo en pases largos, conducciones... pero sin suerte. Lo de Babá rozó el ridículo, y con Campaña surgió algo, pero no había tiempo.

Virtudes

Anular las contras del Levante.

Talón de Aquiles

Alarmante falta de ideas y de gol.

Uno por uno

Palop. Prácticamente inédito. Apenas un disparo lejano que resolvió sin problemas.

 

Cicinho. Otro futbolista que ha sufrido un bajón preocupante, ¿o se trata de irregularidad? No aprovechó nada, absolutamente nada, que el Levante renunciara al ataque. Lo rodearon siempre.

Fazio. La falta de una referencia en el rival le hizo tomar decisiones en ataque y erigirse en organizador rompiendo líneas y saltándose a Maduro. 

 

Spahic. Serio en defensa. Sin fisuras. Tuvo un cabezazo claro.

 

Fernando Navarro. No lo inquietaron apenas y en partidos así se echa en falta un lateral que desdoble al extremo.

Maduro. Sin desentonar, ayer o él o Medel, uno de los dos, sobraba. No tiene el ritmo de cuando irrumpió en el equipo.

 

Jesús Navas. Pocos apoyos, es verdad, pero no es el mejor Jesús Navas que se pueda ver. Lo intenta, centra y penetra muchas veces, pero con niveles muy bajos de efectividad.

 

Medel. Jugando como interior se metía a esperarla en el área en vez de aguardar el rechace. El Levante no era un rival para presionar arriba porque la saca al pelotazo y ese puesto era en este caso para Reyes. Mejoró en su zona natural.

 

Rakitic. Está desconocido. Parece cansado o aburrido. Ante el Espanyol en la Copa el Sevilla ya notó ese bajón y hoy por hoy el equipo de Míchel depende demasiado de su juego.

 

Luna. Pundonor y profundidad, alternando cosas interesantes con momentos en los que se echa en falta un extremo puro.

 

Negredo. El gol aparece cuando él aparece y un delantero depende de lo que se cree a su alrededor. En 4-1-4-1 está muy solo. 

Reyes. Arriesgaba y fallaba, pero por lo menos arriesgaba.

Babá. Un remate que alimenta más el aura negativa sobre él.

 

Campaña. Con él el equipo mejoró, pero sólo eran 6 minutos.

 

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