El centrocampista italiano ahora del Málaga Enzo Maresca reconoció ayer que está motivado por su regreso al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán el próximo domingo, que pisará por primera vez con otra camiseta distinta a la del Sevilla desde que abandonó la disciplina nervionense para hace un año y medio para marcharse al Olympiacos griego.

El salernitano, que compareció ayer en rueda de prensa en la capital de la Costa del Sol, reconoció que lleva "pensando desde el lunes en el Sevilla" y que no es un choque más, por los muchos recuerdos que guarda de su estancia en Nervión. De hecho, confesó que siguió atentamente a su ex equipo en la semifinal de Copa que jugó el miércoles en el Bernabéu frente al Real Madrid. "Es un partido en el que llevo pensando desde el lunes. El de anoche lo vi, pero para nosotros no cambia el pensamiento del equipo del Sevilla. Sé que van a intentar ganar como siempre, no tengo idea si harán cambios", indicó. Igualmente, restó credibilidad al posible bajón físico que puedan sufrir los sevillistas por ese partido copero intersemanal ante los de Mourinho, al tiempo que avisó sobre el peligro de Jesús Navas.

"Fue un partido muy intenso, pero el Sevilla está acostumbrado a jugar cada tres días y no creo que le pase factura. Navas quizá no estuvo bien, pero el domingo puede marcar diferencias", manifestó. Pero, por encima de todo, Maresca sabe que el Málaga necesita cuanto antes sumar de tres en tres para escapar de la zona de descenso. "Vamos últimos y hay que intentar salir como sea. Hay que hablar poco y hacer más, entre comillas, porque lo que cuentan son los resultados y los puntos. No nos podemos permitir mirar al equipo que está enfrente, no es importante, lo más importante es sacar puntos para salir de donde estamos ahora", insistió.

En lo personal, Maresca hizo también un análisis del momento en el que se encuentra. "Llevo cuatro o cinco partidos oficiales, poco a poco y, sobre todo, en la última semana, empiezo a sentirme bien. Estoy llegando donde me gusta llegar. Parece retórica, pero en este momento lo último que me importa es jugar contra el Sevilla, en el sentido que lo que me importa es salir de donde estamos y salvarme", remarcó.

Incidió en lo que implica medirse a los blanquirrojos. "Vamos a Sevilla como si fuéramos a otra ciudad contra un equipo grande. En Sevilla me pasaron cosas bonitas, pero importa poco, vamos últimos y no pienso en eso. Sería un golpe importante, porque ganaríamos en un campo de un equipo importante, para encarar los siguientes con más tranquilidad".