En sólo siete días, el Sevilla le ha dado la vuelta al panorama de críticas que estaba recibiendo el entrenador, el equipo e incluso la planificación deportiva. Han bastado algunos ajustes tácticos, fundamentados sobre todo en la mayor libertad de su poderoso ataque, y la implicación de sus jugadores, en particular Kanoute, en perfecto estado físico y anímico, para que lo negro se convierta en blanco. La única pega ante el nuevo horizonte de optimismo es el lateral derecho. Mosquera tiene los días contados, por mucho que aún no haya acuerdo con los dirigentes de River Plate para su cesión, Crespo no ofrece plenas garantías pese a que puede rendir en determinados partidos y Konko ve cómo se alarga su periodo de baja.

Por estas circunstancias, Manolo Jiménez anda buscando soluciones tácticas para paliar la incertidumbre que ofrece ese flanco. El técnico sevillista creía que iba a poder contar ya con Konko mañana ante el Numancia, incluso había planeado la posibilidad de jugar con tres centrales y dos carrileros, con el flanco derecho para el francés. Pero éste no termina de ver el final del túnel. Ahora padece una nueva rotura en el aductor derecho, en una zona muy cercana a la afectada por su lesión en Génova, y estará de baja dos o tres semanas más de baja. Con Mosquera prácticamente fuera del equipo, Crespo no parece el jugador ideal para afrontar con garantías la ida de los cuartos de final de la Copa en Mestalla, aunque mañana sí podría jugar frente al Numancia.

Pese a estos problemas, en principio la dirección deportiva ha descartado la llegada de un refuerzo para acabar con la incertidumbre en esa zona, aunque hasta que no termine el mes de enero no se puede dar por cerrada esta posibilidad. Por ello, busca otras soluciones y ha puesto su mirada en Adriano.

El ambidiestro jugador brasileño va siendo menos reticente a jugar ahí, después de rechazar tal posibilidad como hizo Fernando Navarro en Palma de Mallorca -aunque después se situó ahí ante Osasuna-. La doble prueba de Adriano como lateral en Riazor ha sido óptima. Jugó en la derecha en la extraordinaria segunda parte de la remontada liguera y el miércoles repitió pero en la otra banda, aunque sólo en los últimos minutos, tras la expulsión de Palop. Y todo apunta a que será la solución en Mestalla el miércoles próximo.

Jiménez trata de convencer a Adriano de que puede rendir ahí a buen nivel, tal como hizo la pasada campaña en el lateral izquierdo, que sufría la maldición que ahora padece el flanco derecho. Además, Diego Capel ha demostrado que ya está en plenitud de condiciones para asumir la titularidad en el extremo izquierdo e incluso la inminente vuelta de Lautaro Acosta, tras su largo proceso de rehabilitación, amplía las posibilidades de Jiménez para esa banda en el ataque.

Lo que está claro es que Konko podría perderse lo que queda del mes de enero, los dos partidos de Copa con el Valencia y los de Liga frente a Numancia, Racing y Sporting. El ex jugador del Génova no ha tenido fortuna desde que se resintiera de un esguince de rodilla en la pretemporada. Posteriormente, los problemas musculares le han impedido tener continuidad: sólo ha jugado nueve partidos ligueros en 18 jornadas.