El Sevilla abre otra página de emoción. En su mejor momento de la temporada, tras la brillante clasificación para la final de la Copa del Rey y después de escalar y asentarse en la quinta posición de la Liga, el equipo de Unai Emery se reencuentra con la competición que más gloria le ha dado al club en su larga historia. Los recuerdos gratísimos de Turín y Varsovia impulsan a un grupo que se reta a sí mismo para intentar escribir una nueva página gloriosa en la segunda competición del Viejo Continente, después de la corta y frustrante historia en la Liga de Campeones. La defensa del tetracampeonato, hito con el que superó a tres superclásicos europeos como Juventus, Liverpool e Inter, comienza, además, en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde el equipo lleva una inmaculada trayectoria desde la derrota ante el Manchester City, el pasado 3 de noviembre.

Todo lo duro que fue el sorteo de la Champions, con aquel Grupo D de tanta potencia concentrada, lo tuvo de amable el bombo de la Liga Europa y el Sevilla se mide mañana a uno de los más débiles participantes, el Molde, que presenta el antepenúltimo coeficiente de los 32 que han llegado hasta esta ronda: 18.250. Pero la competición tiene un elevado nivel, como demuestra que hasta nueve clubes, entre ellos el propio Sevilla, estén entre los primeros 20 del ranking UEFA, según la última actualización del mismo, en diciembre pasado. Y aunque los nervionenses están en el puesto decimonoveno en ese ranking, con un coeficiente de 78.557, y hay siete equipos que también disputan la Liga Europa por delante, es evidente que el equipo blanquirrojo parte como uno de los favoritos. Ya lo era el curso pasado, por ser el defensor del título, y ahora lo es más aún después de reeditar el campeonato. Si desde fuera la imagen del Sevilla es muy positiva y respetada, desde dentro del club los mensajes son de ambición. El equipo aspira a repetir la proeza de la mágica temporada 06-07, en la que logró el doblete de Copa y UEFA y terminó tercero.

No será fácil, pues al igual que el Sevilla, hay clubes que vienen de la Champions y el nivel sube enteros en esta ronda de dieciseisavos de final. En teoría, por delante del Sevilla están el Borussia Dortmund, primero del ranking entre los participantes (99.064), el Schalke 04 (94.064), el Oporto (92.216), los tres viejos conocidos de los sevillistas, el Valencia (89.057), el Nápoles (88.854), el Basilea (84.595) y el Bayer Leverkusen (83.064).

El equipo de Emery, en cambio, supera en el ranking a grandes clásicos del fútbol continental, y también favoritos a levantar el título en Basilea el 18 de mayo. El Manchester United figura justo detrás del Sevilla, con un coeficiente de 78.531. También el Olympiacos (21, 70.940), el Marsella de Míchel (40, 45.249) y el mismísimo Liverpool, pentacampeón de Europa que aparece en el puesto 46 del ranking (41.531) y aspira a igualar al Sevilla en títulos de UEFA Europa League.

La suerte del Sevilla en este caso es que, además de medirse a un equipo que es el antepenúltimo en el ranking, el Molde está en plena pretemporada, ya que en Noruega hay parón invernal y aún no ha empezado el nuevo campeonato. El conjunto de Ole Gunnar Solskjaer ha estado en Marbella estos días preparándose y presenta importantes cambios respecto al equipo que terminó quinto en la pasada liga noruega.

Más aún, mientras el equipo de Emery se mide a un rival asequible, la criba de diecieseisavos va a ser importante, dado que hay cruces de alto voltaje que eliminarán a importantes candidatos al título final. Son los casos del Nápoles-Villarreal, el Oporto-Dortmund, el Tottenham-Fiorentina (que ya se vieron el curso pasado) o el Leverkusen-Sporting Clube. El Athletic-Marsella, con duelo español en los banquilllos entre Ernesto Valverde y Míchel, también se presenta interesante, mientras que el Valencia se enfrenta a un rival asequible a priori, el Rapid de Viena.

El reto del Sevilla es darle rienda suelta a la ilusión del neófito y luchar por llegar lo más lejos posible en la competición más especial para el club de Nervión. Claro que el reto se antoja complicadísimo, entre otras cosas porque, en caso de ir avanzando, la final de la Liga Europa es el 18 de mayo, sólo tres días antes de la final de la Copa del Rey, que podría retrasarse del 21 al 22. Pero eso queda muy lejos. Lo cierto es que el equipo de Emery, lanzado, abre una nueva página. Nervión, con 11 victorias seguidas en Liga y 12 entre Liga y Copa desde la derrota ante el City, le abre las puertas a su torneo más querido.