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Desde el orden asoma la pegada

  • Con un dibujo inmaculado que siempre mantuvo, el Betis apenas sufrió en defensa y se fue soltando en ataque ante un rival fatigado · El cambio de Sergio García de banda al salir Mark González, clave

Con la premisa del orden por encima de todo, el Betis, en un partido en el que jugó in crescendo y aprovechando la fatiga del rival, acabó subido a las barbas de un Sevilla que ni cuando dominó fue capaz de poner en apuros la portería de Ricardo.

Defensa

La zaga logra su objetivo de pararse a unos quince metros del área y sólo retrocede cuando el Sevilla logra llevar el balón a su costado derecho, principalmente, donde Jesús Navas saca algunos centros comprometidos, como el que deviene en la única ocasión de gol sufrida en la primera mitad, la del gol anulado a Romaric por fuera de juego.

Sin que la presión en el mediocampo fuese asfixiante, el orden que manó de la pizarra de Chaparro jamás se alteró y, con las líneas muy juntas, el Betis apenas permitió concesiones a su rival. La zona muerta que suele dejar entre los medios centro y los centrales, justo la que habita Kanoute para Acosta y los extremos, no existió gracias a la buena colocación de Mehmet Aurelio y Arzu. El entendimiento de éstos con Melli y Juanito, ambos bien en la anticipación, rozó el sobresaliente.

El planteamiento defensivo en la reanudación fue idéntico y sólo en los balones colgados que ganó Kanoute, como el que convirtió en gol, tras algún pelotazo o en las jugadas a balón parado sufrió el Betis atrás, que cerró mejor las bandas en defensa y, además, se alivió cuando el rival se quedó con diez.

Ataque

El Betis no tuvo el balón en toda la primera mitad porque nunca supo sacarlo jugado desde atrás, mitad por sus errores mitad por la presión adelantada del Sevilla, y sus llegadas a las cercanías de Palop se redujeron a tres contraataques de Nelson. Aunque el partido le pedía más salidas, los errores en el primer pase impidieron que los extremos entrasen en juego pese a los desmarques que intentaron bien secundados por un Oliveira muy activo. Quizá Emana debió perder metros en pos de ayudar en la construcción del juego y que éste fuese menos alborotado, ya que la precipitación fue moneda muy habitual en verdiblanco.

El cansancio del Sevilla, empero, va a provocar que el Betis se estirase más en la segunda parte y que se hiciese dueño del centro del campo, con un Mehmet Aurelio muy activo y con Emana algo más metido en la pelea.

También iba ayudar la sustitución de un agotado y tocado Mark González, ya que devolvió a Sergio García a la banda en la que mejor cae, la izquierda, desde donde tiene salida hacia los dos lados y que incluso fue capaz de entrar en posición de delantero centro en la jugada del gol y en otras posteriores.

Ítem más. La presión sevillista decayó tanto que el Betis incluso sacó el balón jugado con escasas dificultades y fue capaz de contraatacar con peligro cuando se puso en ventaja en el marcador, hasta el punto que llegó el segundo gol de Oliveira en uno bien trenzado y tocado que derivó casi en ataque estático.

Virtudes

La calidad arriba apareció fruto de un planteamiento defensivo exquisito por parte de Chaparro, quien ordenó al equipo de forma magistral sobre el terreno de juego. Apenas le crearon ocasiones de gol al Sevilla.

Talón de aquiles

La escasa salida en ataque en la primera parte. El amago de meter a Rivas tras el 0-1.

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