El papa Benedicto XVI recordó hoy durante la audiencia general a aquellas personas que sufren, y que son encarceladas, a causa de las injusticias "presentes en tanta parte de la justicia humana".

Benedicto XVI presentó este asunto al hablar durante la catequesis de hoy de Boecio, filosofo italiano que vivió entre el quinto y sexto siglo, y que fue torturado, condenado a muerte y ajusticiado por del rey ostrogodo Teodorico el Grande en 525, en Pavía (norte de Italia).

Para el Papa, la dramática muerte de Boecio es símbolo de los detenidos injustamente, y es un ejemplo, también en la actualidad, "de las personas que sufren su misma suerte a causa de la injusticia presente en tanta parte de la justicia humana".

Benedicto XVI explicó que cualquier detenido, por el motivo que sea, "ya intuye cuán dura es esta particular condición humana, y más aún cuando ésta es endurecida, como sucedió a Boezio, con el recurso de la tortura".

El Pontífice recalcó como estas condiciones son "particularmente absurdas" cuando, como en el caso de Boecio, se es "torturado a muerte sin algún otro motivo que no sea el de las propias convicciones, políticas o religiosas".

Sobre la obra de Boecio "De consolatione philosophiae", que escribió en la cárcel, el Papa señaló que el filosofo explicaba cómo en esta situación "supo distinguir entre los bienes aparentes, que en la prisión desaparecen como las amistades falsas, mientras los bienes y las amistades verdaderas perduran y el único bien verdadero que no desaparece es Dios".

Para Benedicto XVI, Boecio también enseña a no caer en el "fatalismo" porque "lo que gobierna no es la fortuna sino la Providencia, y la Providencia es Dios".

A la audiencia de hoy en la Sala Pablo VI participaron un grupo de detenidos de la cárcel de Lanciano (centro de Italia) gracias a un permiso especial del Tribunal de Vigilancia, y después algunos de ellos pudieron saludar al Papa.

Por otra parte, Benedicto también habló de la figura de otro pensador, contemporáneo de Boecio, Marco Aurelio Casiodoro, y que se esforzó por "transmitir el inmenso patrimonio cultural del Imperio romano" y "mediar entre las varias poblaciones bárbaras".

Sobre Casiodoro, el Papa explicó que su vida enseña que "el actual enfrentamiento entre culturas se resuelve al transmitir los grande valores y enseñar a los jóvenes la vía de la reconciliación y de la paz".