El abogado de Josef Fritzl, el jubilado austríaco que violó a su hija durante 24 años en un sótano de la localidad de Amstetten, y con la que tiene seis hijos, dijo hoy que su defendido "tiene un semblante serio y está consternado y emocionalmente roto".

En unas declaraciones a la agencia APA, el letrado Rudolf Mayer explicó haber conversado con el acusado durante diez minutos en su celda en la Fiscalía del estado federado de Baja Austria, en Sankt Pölten.

Mayer dijo que todavía no ha hablado con Fritzl sobre las acusaciones contra él, es decir, haber violado a su hija Elisabeth desde los 11 años de edad, haberla encerrado en un zulo subterráneo a partir de los 18 años y haber tenido siete hijos con ella.

"Para eso no tuvimos tiempo. Primero debo estudiar el acta de investigación", señaló el abogado.

El abogado dijo que da por hecho que la Justicia dictará esta tarde prisión preventiva para su defendido, una decisión que no piensa recurrir.

Hasta la próxima revisión de la orden de prisión, el 13 de mayo, el abogado quiere estudiar si las acusaciones son coherentes y "después se podrá determinar si se justifica un encarcelamiento ulterior".

Josef Fritzl confesó ayer haber encerrado a su hija durante casi un cuarto de siglo, haberla golpeado y violado sistemáticamente y de ser el padre de siete hijos que la mujer dio a luz bajo tierra en condiciones infrahumanas. Uno murió tres días después del parto.

Tres de los hijos fueron integrados como nietos y al mismo tiempo como hijos adoptivos en la familia, mientras que los otros tres permanecieron toda su vida en el zulo, sin ver la luz del día hasta el sábado pasado, cuando fueron liberados por el propio Fritzl.