Sociedad

El hambre de 19 millones de niños se acabaría con una inversión de 3.000 millones de euros

  • La FAO advierte de las consecuencias que puede tener en los países más pobres la crisis global que afecta a los mercados financieros · EEUU no sabe si podrá ayudar a África a partir del año 2010

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Antes de acabar el año, los actuales 923 millones de hambrientos en el mundo pueden alcanzar por primera vez la cifra de mil millones, de los que 19 millones son niños con desnutrición muy grave que podrían curarse con una inversión de 3.000 millones de euros. "A diferencia de la crisis financiera, la crisis alimentaria tiene una solución más fácil", aseguró ayer el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longue, en la presentación del informe El hambre estacional con motivo del Día Mundial de la Alimentación que se celebra hoy.

Los datos sobre el hambre en 2008 son "excepcionalmente malos, ya que después de cinco o seis años de estabilización, nos acercamos al fantasma de los mil millones", recalcó Longue. Frente a los 3.000 millones de euros que bastarían para curar a los 19 millones de los 55 millones menores de 5 años con desnutrición grave, destacan los 200.000 millones gastados por EEUU para afrontar su crisis inmobiliaria o los 1,95 billones gastados en la guerra de Iraq.

El empeoramiento de la situación se debe a la crisis alimentaria mundial, motivada a su vez por la subida de los precios agrícolas, la especulación, el aumento de la demanda asiática (consumen más carne y ello implica un mayor gasto de cereales) y la subida del petróleo.

A ello se suma que, pese a la globalización y al mercado libre, muchas materias primas son controlados por una quincena de actores en el mundo, que influyen "en el destino de millones de personas".

Como ejemplo, Longue indicó que el 40% del mercado del trigo es controlado por una única empresa en la Bolsa de Chicago de materias primas (la más importante del planeta).

Pero a esos riesgos se ha sumado ahora una nueva amenaza: la de las consecuencias que pueda tener en los países más pobres la crisis global de los mercados financieros.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) insiste en que la dramática ola de bancos al borde del colapso no puede hacer perder de vista que el futuro de un sinfín de personas también está en peligro: "Cientos de millones de pequeños agricultores, pescadores y silvicultores son los más afectados por el cambio climático", advirtió el director responsable de recursos y desarrollo de FAO, Alexander Muller.

"Aún no se sabe qué consecuencias tendrá la crisis financiera en la lucha contra la pobreza", añadió. Pero al menos hay una cosa bien clara: "No actuar contra la pobreza cuesta dinero y amenaza con producir la próxima crisis financiera... en el mundo pobre".

Por su parte, el director de la FAO, Jacques Diouf, pidió ayer a los gobiernos que no reduzcan su ayuda a los países en desarrollo ni introduzcan medidas proteccionistas en medio de la actual crisis financiera mundial, y alertó de que llevar a cabo estas medidas pueden provocar el año que viene una nueva crisis alimentaria.

Esta advertencia del director de la FAO tuvo ayer su eco en el anuncio realizado Estados Unidos, que ha declarado que la crisis estadounidense afectará a la ayuda económica que este país había prometido para África, según advirtió desde la capital china la subsecretaria de Estado norteamericana para Asuntos Africanos, Jendayi Frazer.

La responsable aseguró que su país se compromete a entregar las ayudas prometidas hasta 2010, pero que después de esa fecha habrá que ver si la Cuenta para el Desafío del Milenio se renueva.

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