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Sociedad

Una mujer admite en el juicio que mató a su hijo para separarlo de su marido

  • La presunta asesina asegura ante el jurado popular que su idea "era llevármelo al cielo conmigo"

  • El fiscal pide para ella, con antecedentes psiquiátricos patológicos, 18 años de cárcel

Una mujer ha reconocido ante un jurado popular de Valencia que mató a su hijo de cinco años y ha explicado que lo hizo para separarlo de su marido, con quien no mantenía una buena relación y había mostrado intención de quedarse con el menor: "Mi idea era llevármelo al cielo conmigo". También ha justificado su actuación con esta frase: "Quería que su vida fuera más fácil sin nosotros, quitarnos de en medio".

La mujer, de 38 años en el momento de los hechos y natural de Nicaragua, está siendo juzgada desde ayer ante un jurado popular en la Audiencia de Valencia y se enfrenta a una pena de 18 años de prisión por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco, tal y como le reclama el Ministerio Fiscal.

Los hechos sucedieron en mayo de 2015 en la vivienda que la pareja compartía en Valencia

El fiscal estima también en su escrito que se puede aplicar a la mujer la circunstancia atenuante analógica de alteración psíquica, ya que ésta presentaba antecedentes psiquiátricos patológicos con síntomas ansiosos-depresivos, rasgos de personalidad límite y marcada inestabilidad emocional. Pese a ello, el Ministerio Público considera que la mujer, cuando cometió el asesinato, no tenía mercada su capacidad de conocimiento.

Los hechos se remontan a mayo de 2015, cuando la acusada residía en una vivienda junto a su pareja y su hijo de cinco años en la localidad valenciana de Almàssera.

La mujer explicó ante el jurado que la relación con su pareja fue deteriorándose cuando su hijo cumplió tres años y empezó a ir al colegio. "Desde entonces se iba muy pronto por la mañana y volvía por la noche. No quería vernos. Siempre decía al niño cállate, cállate y me pones negro".

"Yo en ese momento quería que nos quisiera, que nos hiciera caso, que pasara tiempo con nosotros", dijo, para agregar que empezó a sentirse mal y que tomaba unas dos botellas de vino al día, además de cerveza. También ingería pastillas, manifestó.

La mujer aseveró que su marido no le quería ni a ella ni a su hijo, y que llegó un momento en que ni siquiera se hablaban. Entonces, hicieron un viaje a Nicaragua, él regresó a los 15 días y ella se quedó allí con su hijo durante tres meses.

En ese tiempo se recuperó y dejó de beber, pero su marido le llamó y le dijo que si no volvía a España con el niño le iba a acusar de secuestro. También le pidió quedarse con el menor un año y que otro año lo tuviera ella.

Cuando regresó, la situación se volvió cada vez peor. Por ello, el 23 de mayo de 2015 decidió acabar con su vida. Le suministró un fármaco para dormirle y lo asfixió con un almohadón: "Mi idea era llevármelo al cielo conmigo", señaló. Cuando el padre llegó al domicilio, se encontró al menor sin pulso y a la mujer con una herida leve en el abdomen y lesiones superficiales en las muñecas.

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