Sociedad

Los rectores piden más dinero para becas y la reforma del calendario de clases

  • La petición al Ejecutivo de un mayor esfuerzo económico para las universidades se ha efectuado hoy durante la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas.

Los rectores españoles han reclamado hoy al Gobierno más recursos económicos para becas y la reforma del calendario de clases para garantizar que la adaptación de España al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se lleve a cabo con más garantías de éxito.

La petición al Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero de un mayor esfuerzo económico para las universidades la ha efectuado hoy la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en la Universidad Ramon Llull (URLL) de Barcelona, donde se ha reunido el comité permanente.

El presidente de la CRUE y rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo, ha calificado de "ineludible" esta ayuda extraordinaria, en especial en el actual momento de crisis, porque la universidad es una pieza clave para afrontar el futuro.

Para Gabilondo, el esfuerzo que debería hacer el Gobierno para facilitar la adaptación al llamado Proceso de Bolonia no debería ser inferior a los cien millones de euros, para poder incrementar el número de becas a los estudiantes.

"Doblar las becas es totalmente necesario para que el discurso de la movilidad en Europa y la igualdad de oportunidades sea creíble", ha dicho en conferencia de prensa, tras señalar que el porcentaje de estas ayudas debería pasar del 1,9% actual al 4%.

El portavoz de los rectores ha sostenido que no es aceptable creer que la adaptación a Europa se puede realizar "a coste cero".

La ayuda debería llegar lo antes posible, a juicio de los rectores, dado que algunas universidades ya han implantado este curso los nuevos grados, aunque la mayoría lo hará durante el curso 2009-10.

Los rectores reclaman también precios públicos no sólo para las matrículas de las titulaciones de Grado, las que deben capacitar para el ejercicio de una actividad profesional, sino también para algunos máster necesarios para el desarrollo de esta actividad.

Entre otras medidas, la CRUE defiende también la reforma del calendario de clases ante el convencimiento de que el actual no es demasiado dispar al que mayoritariamente domina en Europa, y de que no es compatible con la nueva manera de enseñar que implica Bolonia.

En este sentido, la CRUE hará llegar a los Ministerios de Educación y de Ciencia y Tecnología una propuesta de nuevo calendario que elimina, como medida más destacable, los exámenes de recuperación de septiembre -que se trasladarían al mes de julio-, lo que permitiría adelantar a principios de septiembre el primer semestre del curso.

El nuevo calendario de clases debería facilitar el aprendizaje continuado que impulsa Bolonia en lugar de apoyarse tanto como ahora en la preparación para los exámenes.

En este sentido, el presidente de la CRUE ha considerado ilógico que, tras el largo periodo vacacional de las Navidades, los estudiantes vuelvan a la universidad para solo un par de semanas de clases, ya que luego regresan a casa por quince días para preparar los exámenes.

Los rectores defienden que sería más adecuado dividir el curso en dos semestres, en lugar de los cuatrimestres actuales, y reducir las vacaciones también de Semana Santa, en consonancia con Europa.

Gabilondo se ha mostrado convencido de que las principales dificultades en el salto al espacio único europeo no son de índole económica, sino "culturales", ya que implican un cambio importante en la manera de impartir las enseñanzas y de concebir el proceso de aprendizaje.

Respecto a las protestas estudiantiles contra Bolonia, el portavoz de los rectores se ha mostrado claramente en contra de cualquier moratoria a la adaptación a Europa y de referendos sobre esta cuestión, aunque cree que cada universidad debería decidir sobre la eventualidad de consultas sobre puntos más concretos.

Gabilondo ha señalado, no obstante, que cree que la mejor manera de hacer frente a las protestas es a través del diálogo.

"Hablaremos, hablaremos y hablaremos y el límite será el del cumplimiento de la legalidad porque la universidad tampoco puede ser un lugar para la impunidad", ha señalado.

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