Son muchas las personas que, pese a los tiempos que corren, no disponen de ordenador personal propio. Esto se debe, generalmente, a los elevados precios a los que éstos suelen estar en el mercado, y a la falta de espacio en los hogares. Por estas razones, las principales compañías informáticas del mundo se han lanzado a la carrera de conquistar el mercado de los nuevos ultraportátiles: ordenadores poco más grandes que un libro corriente, un peso inferior a un kilo y un precio que ronda los 300 euros.

Pese a que hoy en día las capacidades técnicas de estos aparatos no pueden competir frente a la de los ordenadores de sobremesa y portátiles de mayor tamaño y peso, sus características son lo suficientemente atractivas como para que esten causando furor tanto en los aficionados a la informática como en todas aquellas personas que, hasta hoy, no se habían atrevido a dar el paso hacia esta nueva tecnología de trabajo y comunicación.

No obstante, pese a que el coste de producción de ordenadores ultraportátiles es cada día más bajo, aun es imposible comercializarlos en países en vías de desarrollo. Por ello existen iniciativas como la del OLPC (One Laptop Per Child), un ultraportátil con capacicades técnicas inferiores al resto, pero con un precio altamente competitivo, rondando los 100 dólares.

Un proyecto parecido se está llevando a cabo en Portugal con el desarrollo del ultraportátil 'Magallanes'. El gobierno luso firmó hoy en Lisboa un acuerdo Microsoft para la internacionalización de este proyecto de desarrollo tecnológico en la infancia. Gracias a dicho acuerdo, el gigante de la informática norteamericano creará una 'suite de aprendizaje', un paquete completo de software, contenidos, formación, servicios y soporte, creado exclusivamente para la tecnología del portátil de bajo coste creado en Portugal. Dicha 'suite' estará disponible en cualquier país al que se lleve este proyecto, como es el caso de Brasil y Venezuela.