Visto y Oído

'Comediarg'

ESTA comedia no entiende de cáscaras de plátano, ni de trucos de palabras. No hay gags, ni muecas, ni nada que premeditadamente busque estirar arriba las comisuras. Aquí no hay comedia, como en los más sucintos momentos chanantes. Por eso está bien que se llame El fin de la Comedia. No es para reírse, es para sentirla (o tal vez no). Su protagonista, el canario Ignatius Farray, se desata parlanchín en la radio (Oh, my LOL), pero ante las cámaras, donde más o menos hace de sí mismo pero en la trastienda de su cuarto de baño, es más comedido, tirante, reconocible. Miguel Esteban y Raúl Navarro escriben y montan esta serie de Comedy Central que puede verse en streaming en Movistar+. No hay ganas de hacer gracia, sino extender una moqueta llena de ácaros donde predomina la amargura, la lástima y el patetismo. Porque El fin de la Comedia es patética, pero no por lo denigrante, sino por lo narrativo. No es para paladares mayoritarios, para el sofá de siempre, pero sí es para descubrirla, echarle un par de pases, y encontrarse con esos actores que parecen cameos del dependiente de la frutería. Miki Esparbé, el tipo de más empaque de slapstick en estos momentos, tuerto de pueblo con un dobladillo psicótico en el lugar más deprimente que uno puede encontrarse, es uno de estos colaboradores de una comedia. Una comedia que es el fin porque a su vez es el inicio de algo.

Y si brujulean este domingo por los estantes virtuales, déjense atrapar por otra comedia que no lo es, This i us, la serie coral que aguijoneó al gran público en Estados Unidos y que se ofrece en Fox Life. Amarga hasta lo empalagosamente almibarada. Series incómodas, que son las que dan gustito si se les da una oportunidad paciente.

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