TV-Comunicación

Industria destina 2,6 millones para informar sobre el apagón

  • En el próximo año se ejecutará una nueva contracción de la franja de la TDT para destinar frecuencias a la telefonía móvil, con el desbarajuste en los mandos

Será un negocio redondo para los números rojos de las arcas públicas. A lo largo del próximo año se producirá el anunciado apagón de parte de la TDT para que ese fragmento de la franja de emisiones, el llamado "dividendo digital", pase a la explotación de la telefonía móvil como ya ocurrió con la toda la frencuencia del UHF en 2010. La entidad pública Red.es, dependiente del Ministerio de Industria, ha abierto ya la convocatoria, con un presupuesto máximo de 2,6 millones de euros, para encontrar a una empresa que realice la campaña de publicidad sobre este reconfiguración de la TDT, que supondrá la eliminación de varios múltiplex y el cambio de frecuencias de las distintas cadenas del mando: molestias para el usuario y presumiblemente inversiones necesarias en la mayoría de las antenas de recepción, que no están preparadas para el nuevo cambio. En principio el Gobierno había asumido el coste de la antenización, pero dado el carácter tan precario de las cuentas públicas, el coste deberán acometerlo los propios afectados. El ministerio calcula que las sustituciones necesarias podrían elevarse a unos 300 millones de euros, cantidad que elude ahora Industria.

Un múltiplex de RTVE (con la supresión de parte de la oferta de la cadena pública), otro de las señales autonómicas y posiblemente un múltiplex repartido entre las distintas cadenas privadas, serán la franja que se pierda (o "libere" para la telefonía de cuarta generación) en esta operación que tiene que estar finalizada antes de enero de 2014 y que repercute en la sintonización actual de la TDT española.

La convocatoria para la campaña de Industria pide un plan de comunicación para dar a conocer qué es eso "del dividendo digital", con la liberación de la banda de 790 a 862 MHz, que actualmente ocupan algunos canales. Esa franja dejará de tener servicio de televisión en años venideros para estar a disposición de las empresas de telefonía, previa subasta del Estado.

La actualización de las antenas en este nuevo apagón costaría unos 20 euros por vivienda, según ha calculado la Federación Nacional de Instaladores de Telecomunicaciones (Fenitel). Los canales en alta definición son los primeros que están destinados a verse suprimidos. Las cadenas privadas no quieren renunciar a ninguna de sus actuales señales.

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