Hace tres meses Daniela Blume y Alyson Eckmann entraron juntas a la casa más famosa de Guadalix de la Sierra. Cuando se encontraron se mostraron de lo más contentas, habían trabajado juntas en la radio y todo indicaba que formarían un gran equipo durante esta edición del reality. Pero la convivencia más que unirles les ha separado y han tenido más de un enfrentamiento que les ha convertido en las dos grandes protagonistas del programa, echándose en cara comportamientos tanto de dentro como de fuera de la casa. Esta noche una de ellas ganará la quinta edición de Gran Hermano VIP. El programa presentado por Jordi González celebra hoy su final, poniendo fin a una de las ediciones más polémicas de la historia de la versión de famosos del concurso.

La tensión ha estado muy presente a lo largo de estos meses tanto dentro de la casa como en el plató. El formato ha seguido la estela de Gran Hermano 17. A esto ha contribuido el regreso de Aída Nizar a Telecinco. Para remontar los datos de audiencia, que han sufrido altibajos durante estos meses, a la cadena no le importó olvidarse de lo ocurrido hace años y recurrió a una de sus grandes enemigas. Como era de esperar Aída revolucionó Guadalix y ha conseguido sacar de sus casillas a todos, incluso a Jordi González y Sandra Barneda, que han tenido que expulsarla del plató en más de una ocasión y han tachado la situación de "lamentable".

Si por algo va a ser recordada esta edición además de por Aída y por los improperios que han dicho y hecho los habitantes de la casa es por la participación de Alonso Caparrós e Irma Soriano, que con sus lamentos y sobreactuaciones se han quedado muy lejos de la exitosa participación de su compañero Carlos Lozano en la pasada edición, por el amago de desmayo de Elettra Lamborghini tras su expulsión o por el fugaz paso de Toño Sanchís.