Kylie maclachlan. 'twin peaks'

"A veces no lo entiendo y me dejo llevar por Lynch"

  • El agente Cooper en la ficción se desdobla en un personaje siniestro en esta temporada que 25 años después se extenderá hasta septiembre en Movistar +

Madre e hija en un momento de charla distendida en la piscina que María Teresa Campos tiene en su casa.

Madre e hija en un momento de charla distendida en la piscina que María Teresa Campos tiene en su casa. / showtime

Laura Palmer no emplazó volver a Twin Peaks 25 años después y el director David Lynch mantuvo en secreto si ese reenecuentro de produciría. La tercera temporada, 18 capítulos que alcanzarán hasta el mes de septiembre en Movistar + (Showtime en Estados Unidos), no resuelve incógnitas pasadas sino un inquietante univeso diferente de Twin Peaks. Kyleie Maclachlan estuvo en Madrid para despejar algunas dudas de esta continuación.

-¿Abrigaba de verdad la esperanza de volver a ser el agente Cooper un cuarto de siglo después?

La introducción de dos capítulos para 18 horas es como los 10 minutos para hora y media de película"

-Realmente no me lo esperaba. Nadie se lo esperaba, aunque estuviéramos emplazados a esos 25 años. Piensas que realmente no va a ocurrir. Pasaba el tiempo y lo hablaba con Lynch y él lo descartaba. Lo rechazaba por completo. Cuando me llamó porque debía decirme algo en privado pensé que podía ser el regreso de Twin Peaks. O que tal vez me iba a echar una bronca.

-En una narración tan compleja ¿entienden en el rodaje qué es lo que exactamente están contando?

-Sí, reconozco que a veces hay cosas que no entiendo y entonces me dejo llevar. Lynch trabaja a distintos niveles: la historia más o menos lineal y después está el impacto emocional que imprime al público con detalles desapercibidos. A veces intento comprender lo que estamos contando y en otras pienso que lo mejor es dejarse impactar, sorprenderse. Lo importante es disfrutar de este viaje.

-¿Cómo ha trabajado ese desdoblamiento de Cooper?

-Es un desafío porque quiero que no se aprecien parecidos entre esos dos personajes. En el caso del señor C, del Cooper malo, es como una fuerza de la naturaleza, es alguien que no tiene sentimientos. Con un personaje tan malvado te sientes poderoso. He buscado todas las oportunidades para que Cooper siga siendo ingenuo, que incluso sea cómico.

-Hay muchas escenas oníricas ¿se siente raro en el rodaje de esos momentos?

-Me gustan las escenas oníricas, te dejas llevar por la imaginación. Las escenas más realistas también tienen ese surrealismo que le gusta a Lynch. No vivo con diferencia un tipo u otro de escenas.

-¿No se cansa de la ya famosa habitación roja?

-No, es diferente cada día. Han pasado muchas cosas en esa habitación. Es un rasgo muy personal de la narración.

-¿Se planteó esta continuación como un gran largometraje, como con las predecesoras?

-Esta tercera temporada la rodamos como una película. Con un solo guión. Yo era de los pocos que lo tenía completo. La primera vez tardé seis horas, entre tazas de café, parsa leerlo todo. Entiendo que el público se desconcierte en los dos primeros episodios de esta continuación, pero cada capítulo está integrado en un todo, en una película de 18 horas. Esa introducción de dos capítulos que a algunos se les ha hecho muy difícil es como los 10 minutos de presentación para una hora y media de película.

-Ha comentado en otras ocasiones que trabajar con Lynch es una sensación muy diferente a la de otros cineastas...

-Lynch te atrapa primero con el guión y luego a lo largo del rodaje. Tú tienes en tu imaginación algo determinado y David te da una llave que te abre otra puerta. Sí, diría que es mágico el trabajo con él.

-¿De qué manera ha sido la evolución de su trabajo con Lynch?

-La primera vez que me puse ante una cámara fue con él. Yo venía del teatro. Al principio le preguntaba todo y me he acostumbrado a guiarme por el instinto, por mi intiución y por mi confianza en él.

-¿Cómo es su relación con los espectadores que le atiborran de teorías sobre la serie?

-Ahora a través de las redes he seguido más a los espectadores. Antes las teorías se centraban más en Laura Palmer y ahora las miradas se amplían a todo el contexto del pueblo. Nadie sabe hasta dónode nos va a llevar esta historia.

-Ha trabajado en obras maestras de cine y de televisión ¿Se decantaría por una serie por delante de una pélicula?

-Hay que tener muchas cosas en cuenta. Tengo hijos pequeños y cuando me planteo un proyecto tengo en cuenta a mi familia, tal vez algo que no influía tanto años atrás. Y después de la familia el principal factor sería cómo puedo imprimir mi huella a un personaje. Da igual si es cine o televisión.

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