La oreja de poco peso que cortó Palacios, que acabó resultando herido, y la cornada que sufrió también Pacheco fue lo que dio de sí la novillada de Madrid.

Novillos de Los Chospes, de muy discreta presentación y deslucidos. El cuarto, con más movilidad y duración que sus hermanos, el menos malo. Noble y soso el primero; y con genio y complicados los cuatro restantes.

Mario Palacios, ovación y oreja. Miguel Ángel Pacheco, silencio tras aviso en el único que mató. Adrien Salenc, ovación, silencio y ovación tras aviso.

En la enfermería fue intervenido Mario Palacios de cornada en tercio medio interno del muslo izquierdo con trayectoria hacia dentro de 20 centímetros que contornea fémur y produce destrozos en vasto interno. Grave. Pacheco fue operado de "cornada en tercio medio interno del muslo derecho con trayectoria hacia arriba de 25 centímetros que produce destrozos en vasto interno y contusiona paquete vásculo nervioso, grave".