Toros

Miura, 175 años de leyenda

  • La mítica ganadería sevillana conmemora la efeméride con un tentadero a campo abierto.

  • Ha triunfado en manos de 6 generaciones seguidas de la misma familia.

Antonio Miura Martínez, Eduardo Miura Fanjul y Eduardo Miura Martínez, a caballo, durante el tentadero.

Antonio Miura Martínez, Eduardo Miura Fanjul y Eduardo Miura Martínez, a caballo, durante el tentadero. / Juan Carlos Muñoz

Dicen que es muy difícil que cualquier dedicación o negocio alcance en una misma familia tres generaciones seguidas. Pues bien, Miura ha duplicado esa cifra -seis generaciones- en una parcela, la de la ganadería de lidia, en la que para conocer los resultados de la selección genética del toro bravo se precisa, aproximadamente, una década, lo que incrementa el riesgo de fracaso y, por supuesto, el mérito de mantenerla. Por ello, 175 años de una ganadería de lidia en la misma familia y que ha pasado, con éxito, por media docena de generaciones es algo casi milagroso.

No es extraño que los hermanos Eduardo y Antonio Miura, unidos desde niños en mantener el fuego sagrado de la legendaria ganadería sevillana, hayan querido conmemorar los 175 años de la fundación de la misma, que comenzó Juan Miura en 1842; si bien, oficialmente, tomó antigüedad el 30 de abril de 1849, al lidiar dos toros en Madrid -por aquel entonces no solían lidiarse corridas completas-.

La conmemoración de la creación de la ganadería la celebraron este miércoles los ganaderos con un tentadero a campo abierto, una faena con sabor añejo, en Los Gallos y un almuerzo en Zahariche, ambas fincas en el término municipal de Lora del Río. En la faena campera se pudo disfrutar de experimentadas colleras de jinetes tras las reses en el acoso y derribo y toreo de calidad a cargo de los matadores de toros Pepe Luis Vázquez Silva y de Eduardo Dávila Miura -que este año está anunciado con el hierro familiar en la Feria de San Isidro- con media docena de vacas. Entre los asistentes estuvieron presentes los también ganaderos Álvaro Martínez Conradi, Poli Maza, Manolo González, Javier Buendía, Antonio Navarro, Pepe Murube, Aurora Algarra, Sancho Dávila, Álvaro Domecq y su sobrino nieto Pablo Guerrero Domecq, que hizo sus primeros pinitos como rejoneador.

Presente y futuro

Eduardo y Antonio Miura, al igual que en todas las conversaciones que hemos mantenido con ellos, coinciden en todo. Hablamos de las características del 'miura', que ambos definen como “toro alto, muy largo, de mucho cuello, cara seria y muy vivo en sus expresiones y que tiene un comportamiento sorprendente; por lo que hay que adelantarse a sus reacciones”.

¿Qué tipo de toro buscan ahora? Responden: “El que embista con bravura en el caballo y que haga la lidia en un terreno reducido, con transmisión en la muleta y que el torero tenga que hacerle las cosas bien, porque el 'miura' requiere suavidad. El toro ha cambiado mucho y nos adaptamos porque aquello que no evoluciona se va perdiendo. Eso sí, cuando salga el toro nuestro, que el público diga 'es un miura ”.

Una de las colleras, en la faena campera de acoso y derribo en la finca 'Los Gallos', de Miura. Una de las colleras, en la faena campera de acoso y derribo en la finca 'Los Gallos', de Miura.

Una de las colleras, en la faena campera de acoso y derribo en la finca 'Los Gallos', de Miura. / Juan Carlos Muñoz

En cuanto al futuro, Eduardo Miura Fanjul, que actualmente tiene 28 años, hijo de Eduardo, tomará las riendas de la ganadería.

De momento, Eduardo y Antonio afirman que se sienten orgullosos de haber mantenido el legado de sus mayores pese a los ataques que recibe actualmente la tauromaquia con una ganadería que tiene fijados sus caracteres de tal forma que está considerada subraza dentro de la raza de lidia.

¿Por qué las figuras actuales evitan lidiar 'miuras'? Ambos ganaderos nos remiten a que la pregunta se la hagamos a cada uno de esos diestros. “La afición ni la prensa se lo exigen”; afirma Antonio. Y Eduardo se interna en aquellos tiempos de comienzos del XIX cuando “Joselito el Gallo lidiaba toros de la ganadería de manera habitual, como luego lo hizo Pepe Luis Vázquez, que era un gran artista y no tenía fama de torero de pelea. Hoy no prima el esfuerzo en la sociedad”.

En los cerrados, donde ya están apartadas varias corridas, entre ellas la que se lidiará el próximo 7 de mayo en Sevilla, se encuentran toros que irán destinados a las plazas de Madrid -donde cabe la posibilidad de que lidien una segunda corrida en la Feria de Otoño-, Pamplona, Beziers, Arles, Bilbao, Cehegín, una novillada para Carcassonne y un astado para una corrida-concurso en Vic-Fezensac.

Leyenda negra

La leyenda negra ha marcado a esta ganadería debido al peligro. Sus propietarios explican que en épocas pretéritas lidiaban más astados que los otros hierros, lo que incrementaba el porcentaje de percances y que algunos de los diestros cogidos mortalmente por 'miuras' fueron toreros míticos, lo que tuvo mayor repercusión social; como sucedió con las tragedias de El Espartero y Manolete. En cualquier caso, el toro del hierro de Miura es el que más impone a los toreros por sus especiales características.

Eduardo Dávila Miura, en un natural. Eduardo Dávila Miura, en un natural.

Eduardo Dávila Miura, en un natural. / Juan Carlos Muñoz

Eso no quiere decir que en muchas plazas, entre ellas la de Sevilla, el juego de sus toros no haya ofrecido grandes oportunidades para el éxito. Así, el último rabo conseguido por un matador de toros en la Maestranza lo logró Ruiz Miguel en 1971, al ser premiado con los máximos trofeos de 'Gallero'.

Entre los toreros que más corridas han matado de esta temible ganadería se encuentran, entre otros, Joselito el Gallo, Juan Belmonte, Pepe Luis Vázquez Garcés, Manolete, Francisco Ruiz Miguel, Manili, Juan José Padilla, Rafaelillo y Javier Castaño.

Es Miura: 175 años de una leyenda que continúa viva y creciendo en el siglo XXI.

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