feria de bilbao | cuarto festejo de las corridas generales

Roca Rey, dos orejas en su estreno

  • El diestro limeño triunfa en su debut como matador de toros en Bilbao gracias al acierto con la espada

  • El Juli y Perera pierden premios por el fallo con la tizona

Por fin la plaza de Bilbao presentó una buena entrada, más de tres cuartos, con Julián López El Juli, Miguel Ángel Perera y Andrés Roca Rey, que lidiaron una corrida de Jandilla, en su conjunto seria, encastada y justa de fuerzas, destacando por su buen comportamiento quinto y sexto. Roca Rey, que cortó una oreja a cada uno de sus toros, fue el triunfador numérico del festejo por su acierto con la espada, entre tanto sus compañeros perdieron premios por el fallo con la tizona.

El Juli dejó la impronta de sus grandes dotes lidiadoras, especialmente en su segundo toro, donde plasmó la faena más completa del festejo después de que su banderillero Fernando Pérez fuera cogido en el segundo tercio; librándose de sendas cornadas en dos acometidas. Con ese cuarto de la tarde, alto, montado, desarrolló una labor completa como lidiador, en la que se impuso a un toro deslucido y justo de fuerzas. Con paciencia, el madrileño, con oficio y capacidad, fue sacando a flote el fondo de casta del astado para conseguir en una segunda parte del trasteo algunos muletazos de mano baja y otros de trazo largo. Lo que iba para premio quedó en una ovación porque el diestro falló con la espada, algo inusual en el madrileño.

Corrida de Jandilla, en conjunto seria, encastada y justa de fuerzas

El Juli, ante el primero, un castaño sin entrega y que lanzaba tornillazos, el peor del encierro, realizó una labor con paciencia en la que faltó limpieza en el comienzo. Mató de media estocada y fue silenciado.

Miguel Ángel Perera, que sustituía a Morante de la Puebla, perdió también premios por el fallo con la tizona. Con el castaño segundo, con poca cara, protestado de salida y que no se entregó, completó un trasteo basado en la quietud y la ligazón, con algunos derechazos de mano baja espléndidos. Cerró con un arrimón serio, pero precisó de pinchazo y casi entera para ser ovacionado.

Con el quinto, un importante toro, encastado y que embestía con prontitud, Perera realizó una faena larga y desigual, marcada por la ligazón y con la base de ese valor sereno que posee el extremeño, quien comenzó su trasteo con muletazos por la espalda escalofriantes y cerró en cercanías. Todo ello con el toro a menos. Tras pinchazo y estocada, fue ovacionado.

Las estocadas de Andrés Roca Rey, que debutaba en Vista Alegre como matador de toros -ya toreó en un festival en el coso bilbaíno-, fueron decisivas para ser premiado con un trofeo en cada toro. El tercero, jabonero, con dos velas muy respetables, sin romper en los primeros tercios, embistió bien por el pitón izquierdo. Roca no llegó a estar centrado en el toreo fundamental, si bien llegó con facilidad al público en algunos pasajes como en varios muletazos por la espalda, incluido un fallero intercalado en una tanda. La contundente estocada fue decisiva para cobrar su primer trofeo.

El sexto, alto, con calidad, fue el toro más completo del encierro. El limeño realizó una faena larga y desigual, que comenzó con unos estatuarios junto a tablas y creció en intensidad en el epílogo, donde hilvanó los mejores muletazos. Tras un cierre por manoletinas, mató de pinchazo y otra estocada contundente para ser premiado con una oreja.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios