Toros

Sergio Flores, que brilla con el mejor lote, sale a hombros en La México

  • El peruano Andrés Roca Rey, con dos toros imposibles para el triunfo, deja una grata impresión en su confirmación

El matador de toros Sergio Flores se alzó como triunfador en la plaza de toros Monumental de México, en la decimonovena Corrida de la Temporada Grande, en la que confirmó Andrés Roca Rey, quien dejó una grata impresión. Se lidiaron toros de Barralva, serios de presencia. Importante el quinto, de arrastre lento. Arturo Macías, silencio tras aviso y silencio. Sergio Flores, oreja y oreja. Andrés Roca Rey, que confirmaba, ovación tras leve petición y silencio.

De testigo nada. Sergio Flores se presentó en el cartel de la confirmación de Roca Rey y acabó saliendo en hombros en un festejo que tuvo polémica en La México. Aparte del triunfo de Flores, Andrés Roca Rey confirmó con nota en su primero y, sin opción en el segundo, intentó regalar un sobrero que la autoridad no aceptó aunque la empresa sí quería. Entre uno y otro, Arturo Macías estuvo tesonero con una corrida muy seria de los atanasios de Barralva, de los que sobresalió el buen quinto.

Flores cuajó al tercero notables series, especialmente de derechazos a un toro que respondía de bravo. Mató de estocada caída y le concedieron un trofeo. Ante el sexto, en los medios y dando distancia, dio varias tandas de derechazos para poner a todo el público a su favor. Al natural las tandas fueron menos compactas, con dos grandes naturales templados y por bajo. Aquí entró el acero de forma efectiva. Oreja y Puerta Grande.

Roca Rey toreó con temple al de su confirmación, un astado al que le faltó fuelle, El diestro tuvo que meterse pronto entre los pitones. Hubo emoción en la faena, pero la espada cayó baja. Antel el último, muy huidizo, no tuvo opciones.

Macías tuvo algunos momentos buenos ante su primero, al que mató mal. El otro astado llevó peligro en un tercio de banderillas accidentado. Macías destacó en algunos pasajes dentro de un conjunto irregular en el que tampoco ayudó y el espada mató mal.

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