Roca Rey. Matador de toros

"Tengo cosas pendientes conmigo mismo para ofrecer a Sevilla"

  • Mirada concentrada, voz pausada, respira serenidad. Aporta a la Fiesta un aire fresco que atrae especialmente a la juventud. Con veinte primaveras se estrena en Domingo de Resurrección en la Maestranza, donde hace tan sólo tres años repartía los programas de mano en los que se reseñan figuras, como Morante y Manzanares, con los que hoy hará el paseíllo en la plaza de Sevilla. Hablamos con Andrés Roca Rey, un limeño que se siente sevillano

Salvo las horas que dedica al sueño en Gerena, donde reside desde hace cuatro años, no para. Entre festejo y festejo se suceden los entrenamientos y los tentaderos, como el celebrado en la finca de la ganadería Virgen María, en el término sevillano de Constantina, donde disfrutó en un ensayo antes de este 16 de abril del que hablará un Roca Rey que cumplió el año pasado una temporada plagada de éxitos importantes, como la salida a hombros en Las Ventas, y que estuvo salpicada de percances muy duros; un par de ellos con severos traumatismos craneales que le llevaron a tratarse en una clínica especializada en Estados Unidos. El joven diestro, con condiciones innatas para el toreo y un valor sereno y apabullante, torea hoy en Sevilla tras arrasar en Olivenza y Valencia, donde reapareció tras un percance en Andújar en el que un toro le produjo una lesión de coxis que le tuvo apartado hasta el 6 de abril, fecha en la que debutó y triunfó en Lisboa.

-Andrés, ¿tiene secuelas de esa lesión en el coxis?

-Es algo doloroso y que me dicen que tendré para uno o dos meses. En Valencia me infiltraron y forcé, forcé y forcé. Ya en Lisboa me encontré mejor.

-¿Cómo se ha visto en el arranque de la temporada?

-Bien. Destaco la faena que hice al toro al que corté las dos orejas en Olivenza, el conjunto de la actuación de Valencia y la faena al toro que corté un rabo en Andújar.

-Acaba de estrenar doble nacionalidad...

-Es bonito. Como peruano sobra decir lo que siento y ahora también como español por el país donde vivo, me he hecho torero y estoy creando mi vida.

-¿Qué fue lo más destacado de la campaña americana, donde sumó una veintena de corridas?

-Las dos tardes en Lima, con dos orejas en la primera y cuatro en la segunda y las dos en Bogotá, sobre todo por el significado de recuperar para el toreo la plaza de la Santamaría.

Las imágenes de la entrevista con Roca Rey Las imágenes de la entrevista con Roca Rey

Las imágenes de la entrevista con Roca Rey / Antonio Pizarro

-¿Qué supone su primer Domingo de Resurrección?

-Es un sueño que buscaba desde niño y que ha llegado. Lo asumo con responsabilidad y cierta presión y es un día para disfrutarlo, aprovecharlo y ser feliz. Es una de las fechas más importantes del calendario taurino.

-Cuando repartía los programas de mano en la Maestranza, ¿se imaginaba que estaría a su alcance tan cerca?

-Entonces ya era la ilusión de mi vida. Estoy junto a dos figurones del toreo y en un día clave.

-Defina el toreo de Morante.

-Sentimiento.

-¿Y el de Manzanares?

-Clase.

-¿Cuántas corridas ha toreado de Núñez del Cuvillo y cómo se ha dado?

-Hasta el momento cinco y se ha dado bien. En Sevilla salieron el año pasado toros buenos.

-¿Cómo le trató el público?

-Muy bien. Es un público que sabe de toros. Es una afición única. Responde ante todo lo que haces, ya sea por la entrega o por el arte.

-¿Le vieron en su mejor versión?

-No se reunieron las cosas como a mí me hubiera gustado. Pude, por momentos, darme a conocer. Tengo cosas pendientes conmigo mismo para ofrecer a Sevilla, como una faena en la que me sienta o abrir la Puerta del Príncipe.

Las imágenes de la entrevista con Roca Rey Las imágenes de la entrevista con Roca Rey

Las imágenes de la entrevista con Roca Rey / Antonio Pizarro

-¿Cómo valora la plaza de Sevilla?

-Es especial. Hay mayor presión y responsabilidad, pero es una presión buscada. Es una plaza que me gusta y me inspira, donde disfruto y me siento torero y que cuenta con una afición que más que exigente sabe de toros. Hay que salir con verdad y ser tú mismo.

-¿Qué espera de la temporada 2017?

-Estoy mentalizado en que cada tarde en la que estoy anunciado es la que tienes y hay que jugarse la vida y no pensar en la siguiente.

-¿Cuándo tendrá lugar el festival para los damnificados de la tragedia en Perú?

-Será un festival importante en Lima, en noviembre, antes de que comience la Feria. Como persona he recibido un golpe muy fuerte y como torero tengo que hacer algo.

-¿Será esta temporada la de su consagración como matador?

-Depende de cómo lo vea cada persona, cada aficionado. Sería bonito. Claro, tengo esa meta también.

-¿Qué objetivos consiguió en 2016?

-Cumplir ilusiones, como lograr la Puerta Grande de Madrid, un triunfo clave que me ha supuesto mucho.

-Su carrera va como un cohete ¿cómo lo asimila?

-Va como tiene que ir, como quiero que vaya. Quizás se vea un poco rápido gracias a esos triunfos. Poco a poco vas triunfando y ampliando metas, como este Domingo de Resurrección, que es una oportunidad más para expresarme.

-¿Qué es lo que tiene el toreo que le arrastra a un chaval de veinte años a jugarse la vida?

-Es una gran pregunta que nunca me habían hecho. ¿El porqué del toreo? Me siento vivo y a gusto toreando. El toreo es una forma de vida y el ser torero una filosofía de vida.

-¿Cree que se le está yendo la juventud sin disfrutarla, al menos como lo hace el resto de los jóvenes de su edad?

-Quizás mi vida sea distinta a la de la mayoría de jóvenes. Es una profesión en la que estás responsabilizado desde chico a volverte amigo del miedo, de la presión, de la disciplina, pero tiene su parte bonita. Además de jugarte la vida hay tardes de triunfo, de sentimientos, que merecen la pena.

Las imágenes de la entrevista con Roca Rey Las imágenes de la entrevista con Roca Rey

Las imágenes de la entrevista con Roca Rey / Antonio Pizarro

-¿Cómo es su parcela de ocio?

-A lo que más tiempo dedico es a la música. Cuando estoy alegre escucho reggaeton; para pensar, las rancheras, que tienen buenas letras y entrenando escucho flamenco.

-Se refería al peligro. ¿Sale mentalizado para arriesgar la vida a tope?

-El riesgo para torear puro, despacio, para improvisar, está ahí. Si un toro te tiene que coger porque estás intentando torear bien hay que asumirlo. Eso es el toreo.

-¿Cómo se prepara mentalmente para ello?

-Cuando te vistes de luces para jugarte la vida es algo único. Te haces compañero del miedo, porque el miedo nunca se va. Está ahí. Entonces hay días en los que estás inspirado, sale el toro que para ti es el indicado y sientes menos miedo, te rompes toreando y ese miedo pasa a un segundo plano. Por encima de todo está el toro, que va más allá del dinero. Es mi forma de vivir. Me siento feliz dominando sus embestidas.

-¿Ha evolucionado mucho su tauromaquia desde el año pasado a hoy?

-Siempre intentas evolucionar y ser cada día mejor torero y mejor persona. He evolucionado en el capote, con la muleta, en detalles.

-¿Qué opinión le merecen los antitaurinos?

-Los hay de muchos tipos. Desde algunos que dicen que protegen al animal a otros que quieren acabar con la Fiesta. Y están los pagados por asociaciones y grupos. Si tanto aman al toro de lidia, ¿lo cuidarían como lo hace el ganadero de bravo?... Porque éste no es un animal para carne; para eso hay otras razas mejores. La mayoría de antitaurinos protestan porque desconocen esta cultura, que no han recibido desde chicos.

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