Toros

El sevillano Miguel Ángel León sale a hombros en su alternativa

  • El gerenense corta dos orejas; El Capea, una y Paulita es silenciado en Valdemorillo

Miguel Ángel León, quien ayer comenzó con éxito su etapa como matador de toros.

Miguel Ángel León, quien ayer comenzó con éxito su etapa como matador de toros. / d. s.

El diestro sevillano Miguel Ángel León inició con éxito su trayectoria como matador de toros después de salir en hombros la tarde de su alternativa en la plaza de toros de Valdemorillo. Se lidiaron toros de Monte la Ermita, muy desiguales de hechuras y juego y un sobrero de Guadalmena (quinto), bravo. Luis Antonio Gaspar Paulita, silencio y silencio. Pedro Gutiérrez El Capea, silencio tras dos avisos y oreja. Miguel Ángel León, que tomaba la alternativa, oreja con petición de la segunda y oreja tras aviso.

El nuevo matador cortó una oreja de cada uno de sus astados y se convirtió en el primer triunfador de la Feria de Valdemorillo. El Capea, por su parte, paseó otro trofeo de un buen sobrero de Guadalmena, mientras Paulita despachó con oficio el peor lote de una variada corrida de Monte la Ermita.

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El precioso colorado salpicado con el que Luis Miguel León tomó la alternativa fue el ideal para ingresar en el escalafón superior. Tuvo el animal la movilidad, prontitud y obediencia, aunque pecara de ir a su aire si la embestida no venía enganchada. El toricantano llevó a cabo una faena ligada y fluida, más templada con la mano zurda, por donde su labor adquirió más entidad. Se pidió con fuerza la segunda oreja después de una estocada corta.

Cerró plaza un serio salpicado muy entipado en lo de Carmen Segovia, que acometió con brío de salida pero se aquerenció durante el tercio de banderillas. Con el animal rajado desde los albores de la faena, León le planteó la faena en tablas, muy cerrado, y en ese terreno le buscó las vueltas y le pegó pases con el ardor de quien se quiere abrir paso. Su entusiasta puesta en escena fue recompensada con otra oreja

Otra oreja cortó El Capea del quinto, un sobrero de Guadalmena que hizo cosas de bravo en los primeros tercios, embistiendo pronto y alegre de salida y empujando en el peto. En la muleta tuvo un viaje franco, más largo por el pitón zurdo, por donde el trasteo de El Capea, iniciado por bajo, de modo poderoso, adquirió más relevancia.

Antes había corrido turno tras regresar a los corrales el lesionado tercero. Su sustituto sacó en la muleta el temperamento de los astados que se quedan sin picar. Le pudo mucho El Capea en un emocionante inicio de faena de rodillas, ganando terreno hacia los medios, que sirvió de prólogo a una faena recia, que se acabó cuando el toro se sintió podido. Se le atragantó el descabello.

Más feo el segundo, embistió conforme a sus bastas hechuras, frenado y bruto. Paulita lo muleteó con oficio, tapando en muchas ocasiones el genio del animal, al que provocó en una labor esforzada, que por la condición del astado no pudo resultar brillante.

Muy serio el cuarto, apto por su trapío para una plaza de más rango. Se frenó en el capote y tampoco terminó de pasar luego en el último tercio, quedándose corto, sin entregarse nunca. Paulita desistió pronto.

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