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Luis Medina Cantalejo

Recuerdos del 'muro' de Berlín

  • En el Mundial de Alemania pitó cuatro partidos y fue cuarto árbitro en la final. La de Sudáfrica la vio en su club de Tomares. Trabaja en La Cartuja.

COMO Marcello Mastroianni en una película de Fellini. Luis Medina Cantalejo (Sevilla, 1964) ha tenido el privilegio de entrar en coche, con escolta, hasta la Fontana di Trevi de Roma. Es lo que tiene haber sido árbitro internacional. Aunque no olvida sus orígenes ni el apellido del primer colegiado con el que actuó de juez de línea: Hato Filiberto. "Fue en un Dos Hermanas Industrial-Polideportivo Alcosa".

Sevillano de la barriada Hispalis, donde la mayoría de residentes eran trabajadores de Hytasa, el año que nació, el Inter de Milán le ganó la Copa de Europa al Real Madrid. Medio siglo después, hace un par de semanas, arbitró a los veteranos de ambos equipos en el estadio Bernabéu, donde resuena la música de los Rolling. "Zidane todavía está para jugar", dice quien hizo de cuarto árbitro en la final del Mundial 2006 en el estadio olímpico de Berlín en la que el argentino Elizondo expulsó al francés por el cabezazo a Materazzi.

"A Materazzi lo expulsé en un Italia-Australia de ese Mundial. Y a un jugador polaco por doble amonestación en el Alemania-Polonia". Pitó otros dos partidos con sabor a finales añejas: Argentina-Holanda (la final del 78) y Francia-Brasil (la del 98). Único caso en el fútbol español de tres generaciones arbitrales. "Mi abuelo, Luis Medina Toledo, y mi padre, Luis Medina Díaz, fueron árbitros en Primera División. Mi padre le pitó algún partido a Marcelino después del famoso gol a Yashin de hace 50 años".

Hijo de funcionarios, en 1987 aprobó las oposiciones para incorporarse a la Junta de Andalucía. Desde los tiempos de Borbolla, comienzos en la Agencia de Medio Ambiente primero en la calle Imagen y después en la Casa Rosa, a los actuales de Susana Díaz. "Ahora trabajo en la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Hacienda, con sede en Torretriana". El edificio de Sáinz de Oiza le traslada a la memoria de la Expo. "Como tantos, yo también bailé en lo alto de las mesas del Kangaroo Pub". En el estadio de La Cartuja arbitró el único Sevilla-Betis de su carrera. "Un triangular con el Athletic de Bilbao. Un intento de recuperar el trofeo Ciudad de Sevilla. Después los pité en torneos de verano. El Carranza, el Colombino".

Es el mayor de tres hermanos. Le siguen los gemelos Alberto y Ángel. "Alberto pitó en Regional. Una vez vino de auxiliar conmigo a un Estepa-Herrera, duelo en la cumbre". España pasó pronto del cáliz del Mundial. La final de Alemania 2006 la vio en primera fila, certificando el traumático final de Zidane. La final de Sudáfrica, la del gol de Iniesta, la vio mucho mejor. "Con mis amigos, en el club Aljamar de Tomares". Iniesta lo eliminó de la final de la Champions de 2009. "Iba a pitarla yo, pero con su gol al Chelsea me quedé fuera".

Debutó en Primera en San Sebastián, con un Real Sociedad-Oviedo, 3-3. Se cortó la coleta once años después en Riazor, con un Deportivo-Barcelona. "Fue una fiesta, vinieron veintitantos amigos de Sevilla y de Málaga". Ésta es su segunda patria, no sólo por los veraneos en Fuengirola y Benalmádena, "cuando íbamos en el 127 de mi padre", sino por considerarse amigo y discípulo del "maestro" López Nieto.

Trabaja entre torres, faros ribereños. Para pasear le gusta Triana, el barrio de Santa Cruz y San Lorenzo. El Sardinero es el bar-insignia de esta plaza y el nombre de la playa de Santander, ciudad en la que pasará parte del verano como miembro de la dirección deportiva del Comité de Árbitros.

Hijo de Luis Medina y Antonia Cantalejo, apellidos que durante una década han formado parte de los mentideros balompédicos. Tres hijos: María, Natalia, Luis. La costumbre le imnunizó contra los insultos. "Sólo respondí una vez, en Balaídos, a alguien que me dijo andaluz muerto de hambre". Un psiquiatra amigo le recomendó la trilogía del palodú y la regañá. Y una fisioterapeuta, Inma Homenac, le alivió las secuelas del tendón de Aquiles. "Fue mi ángel de la guarda".

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