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El tiempo El tiempo en Sevilla para la Madrugada

José Antonio Maldonado

El oráculo de los anticiclones

  • Nació en la calle San Vicente, aprendió en el Portaceli y enseñó en el Herrera. Este sevillano fue el hombre del tiempo de TVE durante 23 años.

UN niño de 9 años. Un adolescente de 17. La edad con la que José Antonio Maldonado (Sevilla, 1944) vivió los dos hitos atmosféricos de la ciudad: la nevada de febrero de 1954; la riada del Tamarguillo de noviembre de 1961. "Pudo ser la catástrofe del siglo", dice de la segunda, "si llega a pasar un poco más tarde, coge a Sevilla durmiendo".

Nació en una clínica de la calle San Vicente que ya no existe. El niño de la nevada le remite a su infancia en el barrio de San Lorenzo, al que se mantiene unido como hermano de la Soledad "con la que tengo intención de salir el año próximo". El adolescente de la riada, al encuentro con sus compañeros de Universidad en la Bodeguita Romero "cuando estaba en General Polavieja".

El tiempo: de mito a ciencia. Así tituló una de sus conferencias este meteorólogo "por casualidad" que fue el hombre del tiempo en Televisión Española entre 1986 y 2008. Desde los tiempos de la Única a los de la Uno, cuando llegaron los hunos con sus alisios y contralisios y despoblaron Prado del Rey. El que tuvo, retuvo. El sevillano que tiene una nevada y una riada en su currículum tiene una página web que diariamente, entre el ordenador y el móvil, pueden visitar un millón de personas. Muchos le llaman para pedirle un sitio con tiempo ideal.

"Yo soy isotermo, me da igual el frío que el calor. Voy vestido igual en verano que en invierno". Su única mudanza en Sevilla fue de San Lorenzo a Nervión, lo que fortaleció una de sus pasiones, el sevillismo. "Vi en el Bernabéu el 8 de julio de 1962 esa final de Copa en la que Enrique Mateos tiró un penalti que iba a lanzar Diéguez y lo detuvo Araquistain y en el último minuto perdimos con un taconazo de Puskas".

Su relación con el tiempo es tan proustiana que un año dio la información meteorológica desde el palacio de la Magdalena, en Santander. En realidad, Maldonado quería ser aviador, pero su doble condición de hijo único y huérfano de madre le obligó a cambiar de planes. Pero no aparcó del todo ese sueño. En 1968 terminó la carrera de Física y, después de un paréntesis en Sevilla como profesor de Física y Matemáticas en el instituto Fernando de Herrera y ayudante de la cátedra de Termodinámica en la Universidad, en 1970 aprueba las oposiciones al cuerpo facultativo de Meteorólogos. "Entonces pertenecíamos al Ministerio del Aire y llevábamos uniforme".

Aprobaron seis. Cinco hombres y una mujer, Milagros, que el 10 de diciembre de 1971 se convirtió en su esposa. "Nos casamos el día de la patrona de Aviación, la Virgen de Loreto. En casa se discute hasta del tiempo". La madre de sus cuatro hijos, la abuela de sus cinco nietos. La mujer del tiempo. "Vivir vivir, yo vivo en Sevilla, aunque transitoriamente estoy en Madrid y en ese tránsito llevo cuarenta años y terminará cuando Dios quiera".

Hoy domingo bajan las temperaturas después de superar con holgura los cuarenta grados. Maldonado pasó por su ciudad natal, de regreso de La Rábida, donde impartió la conferencia inaugural de los cursos de la Universidad Internacional. La cuna del Descubrimiento. Recuerda dos viajes a América. Uno profesional, "a Atlanta, donde querían hacer un canal temático de información meteorológica". Otro familiar. "Uno de mis hijos vivía en Washington y allí nació el mayor de mis nietos en plena campaña de Obama".

El fútbol le lleva a Nervión, el barrio del colegio Portaceli donde estudió; la infancia, a San Lorenzo, a los paseos por Conde de Barajas, por Juan Rabadán. La ciudad la subdivide en distritos emocionales. "Está la Sevilla del colegio, la de la Universidad, la de la Soledad". Vive en el barrio de Chamberí de una ciudad de cuyo río se mofaba Sánchez Ferlosio en El Jarama. "De río no pueden presumir, eso es verdad".

En la calle Álvarez Quintero saluda a Juan Robles. Pasamos por la casa donde vivió Ramón Carande. Otro hombre del tiempo: murió rozando el siglo en 1986, el año que Maldonado debuta en Televisión Española. Se habían ido los pioneros: Mariano y Fernando Medina, Pilar Sanjurjo. "La información del tiempo se daba con una voz en off y un mapa que mandaban del Instituto Nacional de Meteorología". Su primer destino fue en Las Palmas, el aeropuerto de Gando.

Además del tiempo que va a hacer en los Pirineos o las Maldivas, le preguntan por el cambio climático. "Cuando ingresé en Meteorología nos enseñaban que íbamos a una glaciación. Es lo que toca. Estamos en un periodo interglacial y, a no ser que la mano y la sensibilidad del hombre lo impidan, es lo que nos espera".

No pudo evitar el taconazo de Puskas en la final de Copa ni el gol de Luis del Sol en el derbi que fue primer partido oficial del nuevo Nervión, pero al meteorólogo le une con el árbitro la humanidad del error. "No sé si llamarlo error. El pronóstico es por definición algo que puede ocurrir o no". El aviador que no pudo ser hizo la mili en Tablada, hijo de un coronel de Aviación cordobés. "¿El del tiempo?", le dice un joven por Placentines. "¿no es usted de Cantillana?", le pregunta. "La familia de mi madre era de Alcolea del Río". Lo cambió por el Manzanares; allí nacen sus hijos María José, Luis, Susana y Rocío.

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