Adolfo Muñoz ya ejerce como entrenador del Arcos y se presentó ante los medios con la ambición por bandera, explicando que la directiva "me ha mostrado seriedad y mucha ilusión, son ambiciosos y esa es la ambición que yo quiero que todos tengamos en la plantilla. No se puede pedir otra cosa: yo vengo a eso, a trabajar a diario, a meterme en 'play-off' y a intentar subir. La pasada temporada nos encontramos en situaciones parecidas el Arcos y el equipo al que yo entrené, el Cacereño, y tuvimos la desgracia de que no pudimos ascender. A mí me quedó muy mal sabor de boca, esos palos son muy fuertes, también me pasó el año anterior con el Arroyo", con lo que espera que a la tercera sea la vencida: "Ojalá. Por ganas, ambición, trabajo y dedicación no va a quedar.

Eso es lo que buscamos y lo que queremos todos".

El nuevo técnico arcense explicó las negociaciones: "Tuve una llamada de Antonio Gallardo, nos llevamos dos días hablando y la verdad es que las sensaciones fueron buenas. Más adelante hablé con el presidente y siguieron siendo buenas. En Extremadura he entrenado a todos los equipos de allí, he tenido oportunidad otros años de salir a otros sitios pero no era el momento, las circunstancias que tenía allí eran diferentes y ahora me he animado a salir, a conocer otro grupo de Tercera y un nuevo reto, una ilusión muy importante. Vengo muy ilusionado, el reto deportivo me motiva mucho y es la razón por la que estoy aquí".

Adolfo Muñoz estuvo en la grada del Barbadillo viendo a su nuevo equipo contra el Guadalcacín y sacó sus primeras impresiones: "Creo que el equipo sentía un poquito la ansiedad de no ganar, que eso es complicado. Pero los jugadores se sobrepusieron al gol en contra y eso quiere decir mucho, levantaron un partido donde la dinámica no era buena. Hubo cosas muy buenas, cosas que me gustaron más, otras menos... En definitiva, ahora empezaremos a trabajar como a mí me gusta, como yo quiero, y es lo que le he comentado a los futbolistas: el estado anímico es muy importante en el fútbol, tienen que estar contentos, convencidos de que la gente espera mucho de nosotros. Vengo aquí por una ambición deportiva que me motiva y que me ilusiona mucho y hay que ser ambiciosos, la gente confía en nosotros, hay que sobreponerse, empezar a trabajar y a ilusionar a todo el mundo que viene aquí al estadio".

Muñoz tiene claro qué Arcos quiere: "Un equipo que juegue a un ritmo alto, con una intensidad alta, que mire la portería contraria, que sea vertical y que sepa dominar los aspectos de juego que se dan, que sea consciente de que debemos dominar al contrario, que un partido dura 90 minutos y que no podemos bajar los brazos. Sobre todo, que tenga confianza en lo que hace".