Xerez CD

Desquiciamiento general (1-3)

  • Los azulinos comienzan ganando, pierden a Lombán en una expulsión infantil y terminan a merced de un rival ordenado. El cuadro xerecista no supo manejar sus armas y Alcaraz sí lo hizo

Desquiciamiento general. Chapín vivió una de sus tardes más locas y más tristes desde que comenzó la temporada. El Xerez perdió un derbi que comenzó ganando con autoridad y que terminó cediendo de forma justa y a merced de un Córdoba que supo interpretar a la perfección el encuentro en superioridad numérica.

Lucas Alcaraz leyó mejor el partido que un Javi López que se quedó tan bloqueado o más que sus jugadores cuando en el minuto 21 perdió a David Lombán en una expulsión tan justa como infantil. El central se hizo un auténtico lío con el balón, Charles, una pesadilla para los xerecistas durante toda la tarde, estuvo más listo y provocó que el azulino le tirara cuando se disponía a entrar en el área. Fue el principio del fin del Deportivo y eso que la falta se lanzó sin consecuencias y que ya ganaba por 1-0.

En Córdoba, a Javi López le funcionó la pareja de ataque José Mari-Bermejo, aunque ninguno de los dos mojase, porque terminó ganando por 0-2 y ayer repitió. El cántabro, tras superar su lesión, llevaba un par de semanas en el banquillo y el catalán estaba loco por buscarle un hueco. Tras la derrota en Soria, se la dejaron en bandeja y apostó por él. El sacrificado fue Óscar Díaz. Ese fue el único cambio en el once porque Lombán y Leandro repitieron en el centro de la zaga.

Y Bermejo no tardó en dar la razón al técnico porque al cuarto de hora abrió la lata al aprovecharse de un despiste de los centrales verdiblancos. El cántabro se sacó un zapatazo con la derecha ante el que nada pudo hacer Alberto.

Pero es evidente que el Xerez está predestinado a sufrir en cada encuentro. A los 21 minutos se quedó en inferioridad numérica por la expulsión de David Lombán, después de cometer un error de los que no se pueden permitir los centrales cerca del área.

A la media hora, el equipo xerecista encajó el tanto del empate en una acción de Charles y muy poquito después, otra vez el brasileño le daba la vuelta a un partido del que los azulinos se fueron con la roja de Lombán.

Javi López reestructuró el bloque tras quedarse en inferioridad sacando del campo a Pablo Redondo y apostando por Vicente Moreno pero sus variantes no encontraron la recompensa esperada, más bien todo lo contrario. El Deportivo no dio una a derechas y se marchó al descanso entre los pitos de una  grada desesperada.

La segunda parte arrancó de forma similar a la primera, con un Xerez  roto, atacando a impulsos y más con el corazón que con la cabeza. De todos modos, aún así, Leandro Gioda hizo que le subiera la adrenalina a la grada porque tuvo el empate tras una falta a José Mari -el delantero ya no se recuperó de la entrada de Tena y tuvo que abandonar el terreno de juego- que botó Capi. El argentino la cabeceó al larguero.

Con la entrada de Óscar Díaz y tras esa acción de Gioda, el Xerez apretó e intentó poner nervioso a un rival que se vio obligado a dar un pasito atrás para poner freno las a los azulinos, que también contaban ya con Héctor Font en el campo en lugar de Bruno.

Nada de nada. Sin bandas, con los futbolistas muy cansados por jugar tantos minutos en inferioridad y por la forma de mover el balón de los blanquiverdes -Luque parecía Xavi-, el Xerez estaba cantado que no tenía nada que hacer y estaba más cerca el tercero de los de Lucas Alcaraz que el deseado empate a  dos.

El goleador Charles tuvo el 1-3  con un remate junto al poste que sacó Chema con los pies (64’) y en el 69’, Pepe Díaz no logró marcar de milagro. Chema le ganó el mano a man, pero la pelota salió rebotada y Raúl Llorente salvó casi en la línea de gol.

A medida que fueron pasando los minutos, el equipo perdió hasta la poca fe que le quedaba, mientras que el Córdoba seguía sacando lo máximo a sus armas. Con  mucho orden y presión era capaz de mantener a raya a un Deportivo que encajó el tercero en el minuto 82. Desde la frontal del área, Javi Flores agarró un trallazo de volea que dejó a Chema sin respiración, lo mismo que a una afición que comenzó entonces a desfilar ante el descosido que le estaba haciendo el conjunto verdiblanco.

Al final, enfado mayúsculo e indiferencia para jugadores y técnico. Javi López no supo rectificar sobre la marcha y Alcaraz le ganó la partida pero no es menos cierto que los futbolistas tampoco estuvieron a la altura tras la expulsión de Lombán y nunca fueron capaces de hacer daño a un rival que jugó de forma simple y práctica con el beneplácito de un árbitro tremendamente permisivo.

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