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Regreso soñado a Chapín (2-0)

  • El Deportivo suma los tres primeros puntos de la temporada al imponerse justamente a su rival por 2-0 Los de Vargas noquean a los onubenses con dos goles en dos minutos 50 y 52

Dicen que lo más grande del fútbol es que es capaz de hacer feliz a mucha gente. El regreso del Xerez a Chapín fue el soñado por todos los aficionados azulinos. La alegría que se llevaron ayer fue monumental. Después de un verano marcado nuevamente por el ser o no ser, victoria en el estreno en casa. La Liga ha empezado a todo ritmo en el Municipal. Ambientazo en las gradas, buen juego y un golazo de esos que se veían a veces en el estadio cuando el Deportivo brillaba en la Liga de Fútbol Profesional.

El cuadro xerecista se deshizo del Cartaya, uno de los serios aspirantes al ascenso, por 2-0 de forma totalmente justa, en un choque que siempre controló y en el que fue de menos a más.

Albertito abrió el marcador tras remachar al fondo de la red un penalti mal lanzado por Carlos Cabeza que despejó Viruta (50') y sólo dos minutos después Quirós se fabricó un golazo de los que no se olvidan después de recuperar el balón en su propio campo, pegarse una cabalgada por banda sin que nadie pudiese frenarle y cambiarse el balón de pierna para colocarlo en el palo derecho del portero. Un tanto de dibujos animados, que diría Jorge Valdano.

El Xerez se presentó en Chapín con un dibujo diferente al que empleó la pasada semana ante La Palma y con varios cambios en el once inicial. La fórmula, con Barragán en el lateral tras la expulsión de Ayala la semana anterior, Israel repitiendo en la medular en esta oportunidad junto a Alberto y Carlos Cabeza y Quirós, Abraham y Albertito con mucha movilidad arriba.

El partido siempre tuvo un color, el azulino. Los de Vargas no tardaron en hacerse con el control del juego y en crear las primeras oportunidades a un rival muy bien colocado pero con pocas ganas de arriesgar.

Al cuarto de hora, Viruta evitó por partida doble que le cayese el primer tanto a su equipo. Primero, desvió un buen lanzamiento de Abraham y justo después estuvo atento para ganarle la partida a Albertito, que se había marchado por velocidad, en un mano a mano.

El juego ganaba emoción y el Deportivo lo intentaba cada vez con más confianza. Un pletórico Quirós (28') se marchó entre dos defensas y se sacó de la chistera un lanzamiento que se marchó fuera por centímetros.

El Cartaya, siempre en acciones aisladas o a balón parado, tuvo su mejor oportunidad de casi todo el partido en el minuto 38, cuando un saque de esquina de Dani Pereira se paseó por toda el área pequeña sin que José Manuel pudiese llegar para empujarlo al fondo de la meta de un inspirado Ángel. Justo antes del descanso, también a balón parado, Dani Pereira mandó por encima del larguero una falta bien lanzada desde la frontal tras unas manos de Álex.

Tras el paso por la caseta, el Deportivo no tardó en demostrar que había dejado cualquier complejo en el vestuario. Un centro-chut de Albertito terminó en saque de esquina y el remate de Abraham tras el córner en penalti. Dani Pereira tocó el balón con la mano y el colegiado, muy encima, no dudó en señalar la pena máxima. El jugador cartayero sólo vio tarjeta amarilla pese a las protestas de los azulinos, que reclamaron con insistencia la roja para el futbolista visitante.

Carlos Cabeza asumió la responsabilidad del lanzamiento, lo intentó transformar a lo Panenka, lo hizo flojo y mal y Viruta le adivinó las intenciones. Menos mal que Albertito, el más listo de clase con mucha diferencia y siempre atento, remachó al fondo de la red. 1-0 (50'). Justa recompensa a lo expuesto por unos y otros hasta ese momento.

Y cuando los aficionados xerecistas aún celebraban el tanto de Albertito, llegó el jugadón y el golazo de la mañana. Quirós se fabricó una obra de arte. Robó en la medular, casi en su propio campo, condujo el balón con una velocidad de vértigo y superando a rivales, se plantó en el área y aún tuvo tiempo de cambiarse el balón de pierna y de regatear a un último defensa para batir a Viruta por su palo corto. Chapín se entregó a Quirós, que besó el escudo y dedicó el gol a la grada.

Con el 2-0, lo más complicado estaba hecho. Ya era cuestión de dejar que el tiempo corriese y de aprovechar cualquier otra oportunidad para seguir gustándose.

Los dos entrenadores movieron banquillo y la alta intensidad con la que se había jugado hasta ese momento bajó. Aún así, tanto Casares como Miguel Ángel, xerecistas que entraron de refresco, acariciaron el gol. El marcador ya no se movió. Al final, alegría por todo lo alto.

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