El Xerez se ha abonado al empate y firmó ayer en Villamartín el tercero consecutivo, el segundo a cero. Los de Vicente Vargas merecieron más en su visita al campo serrano pero les faltó acierto de cara al gol y una vez más se toparon con un árbitro que les anuló un gol a falta de un cuarto de hora para el final que hubiese podido cambiar el rumbo del choque.

El conjunto xerecista, con el punto de ayer, mantiene la ventaja de seis sobre sus más directos rivales pero volvió a perder una buena oportunidad para haber abierto una brecha mayor. Lleva cuatro jornadas sin perder pero sólo ha sumado seis puntos. Derrotó al Cádiz B en La Juvetud, empató a uno con el Industrial en Chapín, hizo tablas la pasada jornada en Guadalcacín ante el Sanluqueño B y repitió ayer.

Los xerecistas entraron con intensidad al partido y no tardaron en poner en apuros a los locales. Primero, Palomeque se topó con el larguero y luego Casares perdonó una ocasión clarísima.

Tras el paso por vestuarios, el Deportivo lo siguió intentado pero con más corazón que cabeza. La precipitación y las ganas de resolver le jugaron una mala pasada. De hecho, los dos extremos, 'Chino' Quirós y Abraham, acariciaron el tanto. Luego fue Juanma Marchante el que no acertó a superar al meta serrano. Su vaselina la atajó el portero sin demasiados problemas. En la siguiente, sí marco (74') pero el árbitro estimó que estaba en posición de fuera de juego. De nada sirvieron las múltiples protestas de los azulinos. Firme en su decisión, el trencilla ni se inmutó.

En una contra, el Villamartín pudo hacer el 1-0 que no hubiese hecho justicia a lo que se estaba viendo en el terreno de juego pero no acertó. Casi convierte su única oportunidad clara durante los noventa minutos.

Para concluir el choque, Carlos Cabeza, en el punto de penalti, no pudo anotar, como tampoco lo pudo hacer Alberto.