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Un bloque cada vez más sólido (2-0)

  • El Deportivo encadena su tercera victoria consecutiva en Liga tras superar en una buena primera parte al Tenerife. José Mari y Cordero lideran a un equipo que tuvo ocasiones suficientes como para haber goleado

Sin hacer ruido y sin llamar la atención, el Xerez de Javi López sigue creciendo. Ayer volvió a demostrar su progresión con otro partido ejemplar en defensa y que puso de manifiesto que este equipo es cada día que pasa un bloque más solido. Lejos de las individualidades, que las tiene y de primer nivel, el Deportivo es un equipo compacto, que trabaja con intensidad durante los noventa minutos y que desprende ilusión en cada uno de sus futbolistas, desde Capi o José Mari hasta Raúl Llorente, Héctor Font o Cordero.

Lo cierto es que después de cinco jornadas, los de López se asoman ya por la zona media alta de la clasificación y empiezan a hacerse respetar entre el resto de contrarios.

Ayer superó a un Tenerife gracias a una buena primera parte y en la que la buena presión, la intensidad defensiva y sobre todo la calidad de sus hombres de ataque resultaron cruciales ante un rival que no anda demasiado bien psicológicamente. Los chicharreros no fueron ni de lejos el equipo de años anteriores, y pese a que lo intentaron, porque el talento no lo ha perdido, su escasa confianza le privó de hacer o de inquietar algo más a la meta de Lledó.

López, como era de esperar, repitió de salida el mismo once que el pasado sábado. Los xerecistas pronto se apoderaron de la posesión de balón y aunque la transición de un lado a otro costaba al equipo, sí que creaba peligro gracias a las segundas jugadas. En una de éstas, José Mari peinó hacia Bermejo y el cántabro, ayer muy luchador pero poco acertado, cruzó demasiado ante la salida de Aragoneses.

El Tenerife fue quitándose paulatinamente la presión, y sus escarceos, todavía tímidos, comenzaron a inquietar a la puerta de Lledó. Sin embargo, cuando mejor estaba asentado el cuadro tinerfeño, Pablo Redondo sacó un centro medido con la izquierda y José Mari, completamente libre de marca, remató de cabeza a la red.

El gol descolocó al conjunto visitante, y enchufó más si cabe al Xerez, que a partir de entonces y comandados por el propio José Mari y Cordero, se hizo dueño del partido.

La historia se repitió minutos después, pues cuando de nuevo el Tenerife parecía recuperarse, gracias al empuje de Kome por banda izquierda, Cordero completó una pared sensacional con Capi que el lebrijano culminó con un certero derechazo. 2-0.

El segundo tanto terminó de liquidar a un equipo frágil, un Tenerife que aún así lo siguió intentando, aunque descuidando sus flancos, donde Capi y Pablo Redondo hacían diabluras.

Pasada la media hora Redondo sacó bajo palos un lanzamiento de Ricardo. Eran los mejores momentos de los chicharreros, ante un Xerez bien replegado y en el que Lombán acudía al rescate cuando había que salir al cruce.

Al Deportivo le faltó más temple, tener más la posesión de balón, y entró en un correcalles que pudo haberle costado caro. No obstante, antes del descanso fueron los xerecistas los que pudieron aumentar el tanteador, primero con un remate de Pablo Redondo que sacó Sicilia bajo palos, y luego con un cabezazo de Bermejo que recuperó casi en línea de gol Aragoneses.

En el segundo tiempo, Alfredo Merino sustituyó las bandas buscando que Juanlu y Omar dieran aire fresco al equipo.

El Xerez, por su parte, pudo sentenciar el duelo cuando apenas se había cumplido el minuto. Mendoza y Cordero triangularon bien, cedieron a Capi, y el de Camas mandó el balón rozando el poste tinerfeño.

El paso de los minutos agotó las esperanzas visitantes, y dio minutos de buen fútbol al público jerezano. Capi, con destellos de superclase, levantó más de un olé, igual que Cordero, gran partido el del lebrijano, y la entrega de José Mari, cuya profesionalidad, de la que muchos dudaban, ha quedado patente en estas cinco jornadas de competición.

La ocasión más clara local salió de las botas de Redondo, que a falta de un cuarto de hora para el final, recogió un balón suelto fuera del área, vio adelantado a Aragoneses y estuvo a punto de hacer el golazo de la noche. El esférico se marchó fuera por poco.

Ya en el tramo final, el técnico azulino optó por dar descanso a Capi y José Mari, ambos despedidos con ovación, y buscó tener más el balón situando a Héctor Font en la mediapunta.

El último arreón lo protagonizó Mario Bermejo. El delantero cántabro, al que ayer no se le pudo reprochar el enorme esfuerzo, recibió un balón dentro del área tras triangulación entre Cordero y Redondo pero no pudo precisar el disparo ante la desesperación de los aficionados, que no obstante supieron recompensar al equipo al término del choque con aplausos.

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