Xerez cd-girona fc

Sin defensa ni ataque (0-2)

  • Los azulinos vuelven a perder en Chapín en un encuentro en el que ofrecen su peor versión a todos los niveles

Ni defensa, ni centro del campo, ni ataque ni nada que se le parezca. El Girona superó de principio a fin al Xerez y se llevó los tres puntos de Chapín por primera vez en su historia de forma totalmente justa. La frase famosa de Jorge Valdano de que las estadísticas están romperse la hizo buena ayer Rubi, un técnico casi desconocido en el fútbol profesional y que se ha convertido en uno de los entrenadores revelación de la categoría por la temporada que esta haciendo al frente del conjunto catalán. Tiene al equipo tercero y a un pasito de los puestos de ascenso directo.

Eso sí, seguro que su equipo ha tenido muy pocos partidos tan cómodos desde que arrancó la competición. El Deportivo volvió a las andadas, ofreció su peor versión y dio la razón a Esteban, cuando el pasado viernes dijo que su equipo era capaz de todo... y de nada. 

 

Chapín sigue siendo la asignatura pendiente y a algunos futbolistas parece que les da miedo jugar ante la afición. No lo intentan, no encaran, no desbordan, no tienen chispa, no crean, no defienden... Demasiados problemas para un entrenador que seguro que ya tiene claro que hay cosas que no va a tardar en cambiar.

 

Atrás, los xerecistas volvieron a mostrarse nerviosos, con decisiones arriesgadas, alocadas y hasta faltas de criterio. En el centro del campo, ni funcionaron Keita, tremendamente cansado, y Rueda primero ni el malí y Bruno más tarde.  Arriba, Maldonado se desesperó intentando lo imposible, junto a un Tato que sigue negado de cara a portería, mientras que las bandas siguen sin funcionar. José Vega lo intenta y Álvaro Rey hace difícil lo fácil cuando se bloquea. José Mari debía ser el soplo de aire fresco que todo el mundo esperaba pero aún no está físicamente tan fuerte como para convertirse en lo que es, decisivo.

 

Para colmo, al Girona se le puso el partido de cara muy pronto. A los siete minutos marcó. Un tiro de Jofre, tras una jugada de Benja, rebotó en David Prieto y terminó en el fondo de la portería de un sorprendido Chema. Y sin tiempo casi para celebrarlo, el cuadro catalán se llevó el primer susto de la tarde. Tato tuvo en sus botas el empate pero Dani Mallo le aguantó perfectamente y le sacó el balón con el pie.

 

El tanto sirvió a los de Rubi para ganar confianza después de las dos derrotas seguidas y siempre firmes atrás y mandando en el centro del campo, Jandro tuvo la sentencia al cuarto de hora pero falló lo que él no suele perdonar. Un centro de Benja al segundo palo lo remató fuera por poco.

 

Aún tuvo el Girona una oportunidad más antes de que el Xerez apretase en los minutos finales de la primera parte. En el minuto 27, Benja se marchó por velocidad, la puso al otro costado y su centro no encontró rematador, pero sí a Raúl Cámara, que despejó el balón tras controlarlo con el pecho y la mano.

 

En los últimos minutos del primer tiempo, los xerecistas lo intentaron con más fe que acierto porque el miedo en el cuerpo lo tenían cada vez que la zona ancha visitante controlaba la pelota. Una galopada de Cámara la sacó la defensa y un tiro de Mendoza acabó en saque de esquina.

 

Los jugadores se marcharon al vestuario con tangana entre el utillero del Girona y Rueda, que no pasó a mayores pero sí que dejó más de un regalito en forma de 'galleta' a integrantes de uno y otro equipo.

 

A Esteban no le debió gustar nada lo que estaba viendo porque en el descanso ya dejó en la caseta a un Rueda desaparecido y con una amarilla para dar entrar a Bruno y poco después apostaba por retocar el ataque. José Mari entraba por José Vega, pasando Maldonado a la banda izquierda.

 

Nada de nada. Más de lo mismo. Los xerecistas continuaban sin ideas, sin capacidad de maniobra y a merced de un rival que tenía más cerca el 0-2 que recibir un tanto del Deportivo. Tato y Álvaro Rey la tuvieron pero la tarde no estaba para florituras y ni el punta ni el extremo acertaron ni pudieron con un guardameta que se mostró seguro en casi todas sus intervenciones.

 

El que sí acertó fue Benja. El delantero, muy activo mientras que estuvo en el terreno de juego, volvió a aparecer para dar la tranquilidad que su equipo necesitaba para cerrar el encuentro superada la hora de partido. Culminó una contra de las llamadas de libro de tres para dos, en la que le asistió Felipe Sanchón colocando el balón picado a Chema.

 

Con el 0-2, el partido se terminó. Fue un constante ir y venir a locas de un Xerez sin los recursos suficientes como para superar a un adversario cada vez más contundente, práctico y ordenado.

 

La afición no paró de animar, consciente de que al equipo le faltaba un plus para llegar pero al final se marchó una jornada más decepcionada de un estadio que ayer, pese a ser domingo, tampoco llegó a los seis espectadores.

 

Ahora, Esteban tendrá que emplearse a tope para levantar la moral de sus jugadores de cara a los compromisos que le restan antes de Navidad, Sporting de Gijón y Villarreal... Casi nada.

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