fútbol división de honor

Barba sale al rescate (2-1)

  • El Xerez DFC supera al Algabeño con un gol del capitán en el tiempo de descuento

  • Los azulinos, otra vez más prácticos que brillantes

Caballero fue ayer titular frente al Algabeño y fue de los azulinos más activos.

Caballero fue ayer titular frente al Algabeño y fue de los azulinos más activos. / vanesa lobo

Pleno, nueve de nueve. El capitán es el capitán. Los galones marcan diferencias y la fe mueve montañas. José Manuel Barba, una vez más suplente, sacó a Chapín de la depresión en la que se había instalado cuando en el minuto 86 de partido, el Algabeño firmaba el empate a uno y nivelaba el tanto de Carlos Cuenca en el primer acto. Todo indicaba que el Xerez DFC dejaría escapar sus dos primeros puntos como local justo en el inicio de la segunda vuelta de la competición, no fue así. El final fue feliz.

El mediapunta entró en el campo en el minuto 79 y en el 94 se elevó por encima de una defensa que marcó con mando a distancia para anotar un gol, después de un centro desde la banda de Álex Padilla, que sabe a pura gloria.

Tras la derrota del pasado fin de semana en el Guadalquivir ante el Coria, las aguas habían bajado un tanto revueltas y un tachón en una inmaculada trayectoria como local hubiese supuesto un importante revés anímico para un equipo que, además, llegaba a la cita mermado por las lesiones y la marcha de Biri a Los Barrios.

Al final 2-1 en un partido más práctico que brillante y en el que el irregular estado del césped de Chapín -duro pese a las lluvias y caídas y con el césped un poco alto- no ayudó en nada a un XDFC que intentó proponer más que un rival ordenado, que supo aguantar a los azulinos, que llegó vivo a los últimos diez minutos del choque y que no se llevó un punto porque el fútbol suele ser caprichoso y también porque a veces premia al que más lo busca y lo merece.

La celebración del tanto del centrocampista xerecista sobre la campana fue digna de una final de cualquier gran trofeo. Hasta Pepe Masegosa, siempre comedido a la hora de exteriorizar sus emociones, se desató y se marcó un Mourinho en toda regla. Sólo le faltó poner la rodilla en tierra... Queda un mundo pero no era para menos después de las críticas por el encuentro de la pasada jornada.

Con el 2-1, el cuadro xerecista conserva el liderato con 38 puntos y +16. El Coria le aguanta el pulso y también ganó en la prolongación al UP Viso pero su diferencia de goles se queda en +14. El Pozoblanco se coloca tercero a cuatro puntos tras vencer al Estrella San Agustín por la mínima y también en el tiempo añadido.

Masegosa, de salida, tuvo que retocar el once por las bajas. Sin Adrián Martín ni Bonomo en la lista, ni Bello ni Álex Expósito pudieron salir de inicio por sus problemas físicos. El sevillano apostó por recuperar a Álvaro para el lateral izquierdo, con Álex Padilla en su lado natural y Joaqui en el centro formando pareja con Lebrón. En la sala de máquinas, Jorge Herrero y Adri compartieron funciones, flanqueados por Sergio Iglesias escorado a la banda derecha, con lo que abandonaba el lateral, y por Carlos Cuenca en la izquierda. Mientras, Caballero era el enganche y Javi Tamayo el referente.

Los xerecistas entraron fríos al partido y sólo Jorge Herrero mostraba sus galones ante un rival ordenado, que intentaba tapar la salida de balón y las bandas azulinas. En la primera media hora, el XDFC no inquietó demasiado a Manu, sólo lo hizo con un remate flojo de Caballero a las manos del portero y con un cabezazo picado de Cuenca a la izquierda que el meta algabeño atajó sin problemas.

El Xerez DFC tardó 34 minutos en llevar el 'uy' a la grada. Caballero, escorado, cruzó en exceso un buen pase de Javi Tamayo entre los defensas. El balón no entró de milagro.

Sólo dos minutos después, Carlos Cuenca se puso el frac para romper las tablas. Enganchó un balón de Caballero casi en la media luna del área para colocarlo fuera del alcance de un Manu que casi no tuvo tiempo de reaccionar. Fue lo más destacado de un primer tiempo gris y tan frío como la tarde.

En el descanso, los dos técnicos movieron el banquillo. Bello entró por Sergio Iglesias y Diego Tristán retocó la defensa y el ataque buscando la profundidad que a su equipo le faltaba.

Una acción de Caballero (52') que terminó en saque de esquina supuso el primer acercamiento de los xerecistas al área sevillana. La acción terminó con un gol anulado a Cuenca, que anotó bajo los palos. Sólo a balón parado inquietaba la escuadra de Masegosa. En el 61', una falta botada por Caballero se le fue por encima del larguero y en el 66', otra falta lateral también lanzada por Caballero la remató Cuenca fuera por poco. Álex Expósito, que entró por Tamayo, tuvo la sentencia (72') pero cruzó en exceso ante Manu un balón claro que le asistió Caballero.

La primera ocasión del Algabeño llegó en el minuto 78', cuando Jero Baena, muy escorado, no acertó a batir a Camacho porque su tiro casi roza el poste. En el 82', fue el XDFC el que pudo anotar, un tiro de Cuenca lo rechazó el capitán Pino, se estrelló en el larguero en lugar de entrar y la acción terminó en saque de

El Algabeño intentó llegar vivo al final del encuentro y lo logró. Y no sólo es que consiguiera tener opciones es que logró empatar el encuentro en el minuto 86 en un saque de esquina que Luismi acertó a convertir.

El equipo sevillano, uno de los que más puntos ha sacado fuera de casa, ya se veía con el punto en su casillero. Nada más lejos de a realidad. Si algo tiene el XDFC es que nunca se rinde. La grada se quedó fría tras el tanto visitante pero no tardó en reaccionar y se reactivó, lo mismo que hizo el equipo, que fue capaz de volver a desnivelar la balanza en el último suspiro y quizás en una acción mucho menos claras que otras.

Un balón al área de Álex Padilla lo remató de forma impecable Barba, ante la pasividad de la defensa, para poner el 2-1 en el marcador. La alegría se desató y la frustración se apoderó del rival. Justo cuando el colegiado pitó el final la euforia desmedida por un lado y la patente decepción por otro se tradujo en una trifulca entre jugadores que no pasó a mayores. Todo se quedó en los típicos empujones y los habituales intercambios de comentarios algo subidos de tono. Los xerecistas, al final, celebraron los tres puntos dirigiéndose al Fondo Sur y aquí no ha pasado nada... Bueno sí pasó, una jornada menos y tres puntos más.

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