Alfonso Reyes y el novecentismo | Crítica

Filias y fobias de un autor olvidado

  • La editorial Renacimiento recopila los “apuntes” del diplomático e intelectual Alfonso Reyes sobre autores del novecentismo: Valle-Inclán o Juan Ramón Jiménez, entre otros

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El escritor y diplomático Alfonso Reyes

El escritor y diplomático Alfonso Reyes / DS

Al diplomático e intelectual Alfonso Reyes le sucede lo que a tantos autores: su nombre es una raya del olvido –parafraseando a un paisano, Carlos Fuentes-. Y también le ocurre a lo que otros tantos autores: bien merece atención, tanto por su vida –estimulante- como por su dedicación literaria, que nos asombra en lo fecundo y que nos despierta interés en su contenido.

Alfonso Reyes, hijo del general Bernardo Reyes, huye de México en 1913. En aquel año su padre participa, y muere, en el golpe de Estado contra Francisco Madero, presidente del país desde 1911 y líder de la revolución mexicana que derrocó la dictadura del militar Porfirio Díaz –la familia Reyes siempre demostró simpatías a la dictadura porfirista-. Uno de los hermanos de Alfonso Reyes, Rodolfo, acompañó al padre en la acción golpista, que triunfa. El militar Victoriano Huerta toma entonces el poder, instaurando un gobierno dictatorial que cuenta con Rodolfo Reyes.

En esta coyuntura, Alfonso Reyes se traslada a París para trabajar en la Legación de México. Allí anduvo hasta 1914. Año en el que marcha a España. En nuestro país, Alfonso Reyes residió durante una década, quizá la época más decisiva en su trayectoria como autor, también en su labor intelectual –al menos en la construcción de esta faceta-. España es el país en el que Reyes –apodado el regiomontano universal- conoce a Ramón Menéndez Pidal, quien le facilita un trabajo en el Centro de Estudios Históricos, puesto desde el que autor mexicano estudia –con detenimiento y agudeza- la literatura medieval y del Siglo de Oro. Del Arcipreste de Hita a Quevedo. Del Poema de Mio Cid a la obra de Góngora –poeta clave en la impronta literaria de Alfonso Reyes-. 

En esta década entre 1914 y 1924, el nombre de Alfonso Reyes destaca en la prensa y en las revistas literarias. El escritor y traductor, el estudioso incansable, el hombre ambicioso, conoce a toda la pomada intelectual: Enrique Díez-Canedo, Manuel Azaña, José Bergamín, Ramón Gómez de la Serna, Pedro Salinas, Ramón Pérez de Ayala. De muchos recibe el elogio. El respeto y la consideración.

Alfonso Reyes y el novecentismo, con edición de los investigadores Juan Pascual Gay y Francisco Estévez, procura recopilar algunos de los escritos del autor mexicano en los que aborda la obra y el perfil de Mariano de Cavia, Valle-Inclán, Azorín, Ortega y Juan Ramón Jiménez –de algunos se habla bien, de otros no tanto-. Textos menores, pero que aciertan en aproximarnos a una época de agitación cultural. Se hubiese agradecido, no obstante, el criterio de publicar los escritos de Alfonso Reyes tal como fueron publicados en su día. Los responsables de la edición, sin embargo, han optado por explicarnos los textos. Con la introducción del volumen –completa y exhaustiva- quizá hubiese suficiente.

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