La opinión invitada

Manuel González de Molina, catedrático de Historia de la Universidad Pablo de Olavide

Aplicar la tradición al futuro

El Laboratorio de Historia de Agrosistemas realiza ensayos sobre olivar, trigo y habas.

EL Laboratorio de Historia de los Agroecosistemas pertenece al Departamento de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad Pablo de Olavide está formado por historiadores, ecólogos, economistas y agrónomos con una vocación transdisciplinar. Nuestro objetivo consiste en aplicar metodologías de vanguardia al estudio de la agricultura tradicional para extraer manejos o formas de resolver problemas que pudieran ser utilizados en la agricultura actual para hacerla más sustentable. Esta nueva función del discursos histórico rompe la idea de que la historia es un saber humanístico que contribuye a fortalecer la identidad de un país o de un colectivo social o simplemente a ensanchar su cultura, pero nunca a solucionar problemas concretos. El conocimiento histórico, que pone su acento en la dimensión tiempo y por tanto en el cambio, puede cooperar con otras disciplinas en la búsqueda de soluciones inmediatas al presente. La dinámica de los agroecosistemas, por ejemplo, no puede entenderse al margen de su evolución histórica.

Su reconstrucción resulta una herramienta útil para diagnosticar correctamente su estado y buscar soluciones eficientes. La fundamentación de esta dimensión aplicada de la historia es sencilla: el estudio histórico de los sistemas agrarios proporciona información sobre su estructura, funcionamiento y sus diferencias espacio-temporales. Puede mostrar, por ejemplo, las diferencias entre las agriculturas de base orgánica -ya sean tradicionales o actuales como la agricultura ecológica- y agriculturas industrializadas. Pero no sólo eso, proporciona también información acerca de cómo se produjo la industrialización de la agricultura y, en consecuencias, cómo ha de producirse una nueva transición hacia una agricultura más sustentable.

Los estudios que hemos venido realizando en los últimos años muestran, efectivamente, la utilidad del conocimiento de los sistemas agrarios tradicionales para el diseño de sistemas sustentables. Hemos propuesto, por ejemplo, un nuevo método de valoración del funcionamiento de la agricultura a escala de paisaje a partir del cálculo de su coste territorial. Este método resulta útil para evaluar el grado de sustentabilidad alcanzado por los sistemas agrarios, tanto ecológicos como convencionales, y constituye la base para el diseño de políticas públicas que incentiven la adopción de manejos que mejoren la sustentabilidad de las explotaciones. Hemos puesto a punto una metodología específicamente histórica para el estudio de la reposición de la fertilidad de la tierra en sistemas agrarios tradicionales, antes de que se difundieran los abonos químicos de síntesis, y la hemos aplicado a varios estudios de caso en la Andalucía de los siglos XVIII y XIX. De ese estudio han surgido conocimientos útiles para el manejo de la fertilidad en fincas de agricultura ecológica.

Como es bien sabido, el olivar ha adquirido una extensión considerable en Andalucía y ha multiplicando sus rendimientos, pero a costa de la estabilidad ambiental de un cultivo milenario. Sin duda, reconducir esta situación será uno de los retos para el futuro del olivar en una historia que, todavía, está por escribir, pero de la que ya se perciben tendencias. Algunas de las propuestas que están surgiendo en torno al olivar ecológico certificado no modifican la lógica de funcionamiento del agroecosistema y por tanto conducen a un modelo de sustitución de insumos que mantiene la dependencia de flujos externos de energía y materiales, incrementando los costes de fuera del sector y deprimiendo la rentabilidad. Los estudios que hemos realizado sobre el olivar tradicional nos han permitido diseñar una propuesta de olivar ecológico en el que se modifica su estructura y funcionamiento para cerrar al máximo los ciclos de nutrientes y minimizar la dependencia externa de energía y materiales. Hemos podido también proponer prácticas de manejo que demostraron su utilidad, tales como dejar crecer la cubierta vegetal espontánea entre los olivos durante las estaciones lluviosas o el uso de sus subproductos, especialmente la poda y los residuos del fruto que tradicionalmente fueron utilizados como combustible o fertilizante.

Actualmente el Laboratorio está trabajando en varios proyectos nacionales e internacionales que tienen por objeto el análisis de los flujos de nutrientes, energía y materiales de los sistemas agrarios españoles a distintas escalas (1750-2015); las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura española; la erosión histórica de los olivares mediterráneos; la transición socio-ecológica desde finales del siglo XIX; y la historia y la ecología de paisaje mediterráneo. Todo ello siguiendo el enfoque teórico y las metodologías del Metabolismo Social.

Pero quizá la línea de investigación más original sea la que ha surgido también de la colaboración con ingenieros agrónomos y biólogos, que pretende mejorar la comprensión de la agricultura ecológica actual a partir del estudio de la agricultura tradicional. También nos va a permitir lo contrario: mejorar el conocimiento de la agricultura tradicional recreando los manejos más característicos del pasado mediante trabajo experimental en campo, lo que seguro aportará datos muy valiosos que las fuentes históricas escritas no pueden proporcionar. A este método le hemos llamado Historia Experimental. En estos momentos estamos desarrollando un ensayo sobre variedades tradicionales de trigo y habas para agricultura ecológica, donde hemos reproducido las condiciones históricas del manejo tradicional para conocer en detalle cómo funcionaba este tipo de agricultura típicamente cerealista. El experimento se desarrolla en Sierra de Yeguas y Ronda (Málaga) y en La Zubia (Granada) y se han sembrado seis variedades tradicionales de trigo blando, seis de duro y otras tantas de trigo convencional con que comparar su comportamiento. Los resultados, los contaremos en una próxima entrega.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios