Luis Planas. Secretario general del Consejo Económico y Social Europeo

"Creo haber cumplido la misión que me encargó Griñán con la PAC"

  • Estrena su nuevo cargo en Bruselas afirmando que no se va de la política y asegurando que no se arrepiente de haberse presentado a las primarias: "Entonces creí que debía hacerlo".

Su nuevo destino en Bruselas fue una oportunidad que valoró nada más dejar la Junta. Conoció la convocatoria del puesto, presentó su candidatura y comenzó a pasar entrevistas hasta la audiencia final a puerta cerrada con el comité, haciendo frente a preguntas en inglés y francés, unas políticas, otras referentes a la gestión de personal y presupuestaria. Y como los méritos cuentan en Bruselas, ganó el concurso y ahora en marzo empieza la tarea.

-De vuelta a Bruselas. ¿Está contento de regresar?

-De los últimos 25 años de mi vida profesional activa casi las tres cuartas partes de ese tiempo he estado ligado a Bruselas, bien como diputado europeo, como director de gabinete o embajador y cuando he estado en Andalucía o como embajador en Marruecos también, porque en esos casos los temas europeos eran centrales. Y sigo pensando que hay que dedicarle atención. Es mi sexto Bruselas y lo hago con mucha ilusión porque tengo un nuevo reto, en este caso dirigir la secretaría general del Consejo Económico y Social de la Unión Europea.

-¿Y cuál es el cometido que tendrá en su nuevo cargo?

-La secretaría general del Comité no es un puesto político, si no de alta gestión publica europea y los cometidos son proporcionar la perspectiva estratégica del Comité y fortalecer la relaciones institucionales con la Comisión, el Consejo y el Parlamento y en eso creo que han valorado mi experiencia anterior. También tendré que gestionar el día a día de los 800 funcionarios más el presupuesto para el Comité.

-¿Y el Comité tiene peso en una estructura comunitaria tan compleja?

-Es un organismo antiguo, creado ya en 1957, pero en este momento hace falta darle un nuevo enfoque porque se ve a Europa con una cierta lejanía cuando no con hostilidad y en la medida que el comité integra a la sociedad civil , empresarios, sindicatos, organizaciones agrarias, pescadores... supone un lugar importante de encuentro. También está la Iniciativa Ciudadana Europea, la recogida de un millón de firmas como mínimo de siete países miembros, una oportunidad del trabajo que se abre al Comité. La primera que ha llegado a buen puerto es sobre el carácter publico del agua, muy polémico, y presente en el día a día precisamente de Andalucía. Se trata de que la sociedad civil esté más presente en la toma de decisiones de Bruselas.

-Alguna gente pensaba que volvería a Bruselas en las listas a las elecciones europeas.

-Uno en la vida toma muchas decisiones. Creo que la vida política supone participación, siempre he estado en política desde que tengo uso de razón a menudo en puestos directivos y en otros de gestión, pero me he sentido tan a gusto en unos como en otros. Este es de gestión pero con un contenido que me va a permitir durante unos años trabajar en un reto nuevo que nadie ha abordado anteriormente.

-¿Está decepcionado de la política?

-No, para empezar esto no supone un abandono de la política. Todos, ya sea como candidatos o como electores, estamos en política. Y me parece una actividad muy noble y hay que reivindicar su nobleza con independencia de que conductas o situaciones puedan no serlo.

-¿Se arrepiente de haber dado el paso en las primarias a la presidencia de la Junta?

-En cuanto al paso adelante dado hace unos meses no me arrepiento en absoluto. En ese momento creí que debía presentarme, lo hice y el resultado se conoce, pero la vida es ir hacia adelante, no hacia atrás.

-¿Qué balance hace de su último paso por la Consejería de Agricultura?

-Del último año y medio en la Consejería me queda un excelente recuerdo de haber dirigido un equipo de primerísimo nivel, integrado por funcionarios, grandes profesionales. En cuanto a resultados concretos, ser consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía es un lujo. Somos una comunidad con ocho millones y medio de habitantes, un territorio que, si fuéramos nacionalistas y no lo somos, podríamos ser casi un Estado miembro de la Unión Europea. Eso me ha llevado a tener un orgullo particular cuando he formado parte del Gobierno de Andalucía.

-¿Y en cuanto a la gestión?

-Evidentemente me ha tocado una parte muy importante con la negociación de la PAC. En la negociación europea creo que el enfoque conjunto de las comunidades autónomas fue muy correcto porque nos permitió presentar una imagen de unidad en Bruselas y eso hizo que el resultado final fuera bastante menos negativo de lo que era inicialmente. Se eliminó esa tasa plana, que puede tener sentido para realidades donde la productividad agrícola es muy baja pero que sin embargo, para una agricultura diversa y competitiva como la andaluza era un serio peligro. El resultado europeo fue correcto. La Conferencia Sectorial del mes de junio casi cerró las ayudas directas y creo que las preservamos casi en su integridad, aunque eso se verá cuando se cobren las primeras ayudas. En lo que ha sido cerrar los fondos de desarrollo rural, ya no tuve ningún papel.

-¿Es más partidario del acuerdo que de la confrontación como criticaron desde su partido?

-Yo soy partidario de buenos resultados, lo importante no es el modo, sino el resultado. Si las circunstancias hubieran sido otras podría haber elegido otro camino. En este caso pudo haber opiniones que no comparto, pero el resultado era la misión que me encargó el presidente Griñán y creo haberla cumplido.

-¿Esperaba que al final el Gobierno andaluz esté tan descontento del reparto?

-En las ayudas directas la imagen en otras comunidades autónomas es que Andalucía es la gran perceptora y lo continuará siendo. Ha habido una pretensión legítima, pero que no aceptábamos en modo alguno, de percibir ayudas a nuestra costa. Conseguimos frenarlo y ha habido cierta reacción en el plano del desarrollo rural. Creo correcto lo que ha defendido la Junta de Andalucía, por lo que conozco por los medios de comunicación, entiendo que mi sucesora ha defendido con su leal entender lo que hacía falta y estoy convencido de que lo habrá hecho bien, con independencia del resultado final sobre el que no puedo ni quiero opinar.

-¿Se encontrará ahora en Bruselas con Arias Cañete estrenado también destino?

-No lo sé, ha hecho un buen trabajo como ministro pero en este mundo público es difícil hacer predicciones. En todo caso me voy a encontrar en Bruselas con muchos viejos amigos.

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