La reforma de la PAC, la incertidumbre y el parón que han supuesto las citas electorales o la preocupación por los bajos precios de algunas de las producciones andaluzas, problema recurrente para cítricos, frutas y hortalizas, aceite, aceituna, cereales y oleaginosas, son algunos de los temas que se han tratado en la Asamblea General que Asaja Andalucía celebró la pasada semana.

A propuesta del presidente de Asaja-Andalucía, Ricardo Serra, la Asamblea decidió por aclamación nombrar vicepresidente al presidente de Asaja-Almería, Pascual Soler, quien ocupará la vicepresidencia vacante tras el fallecimiento del anterior presidente de Asaja-Almería, Francisco Vargas.

La cita fue aprovechada por el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Vicente Pérez, que clausuró el encuentro, para presentar el futuro Plan Estratégico para la mejora de la competitividad del sector agrícola, ganadero, pesquero y agroindustrial y del desarrollo rural de Andalucía 2019-2022, que se puso en marcha tras el acuerdo del último Consejo de Gobierno.

Vicente Pérez explicó que con este Plan “el Gobierno de Andalucía pretende reprogramar el Plan de Desarrollo Rural de Andalucía, cuyo nivel de ejecución es muy bajo, y evitar que vuelvan a perderse fondos europeos como ocurrió en el anterior periodo de programación”.

Este Plan, dotado con 800 millones de euros y cuya vigencia se extiende a lo largo de toda la legislatura, quiere atender los principales retos del sector agrario y se pretende tener redactado para el próximo mes de noviembre.

Viene a sustituir a los planes del Gobierno anterior y entierra definitivamente el Proyecto de Ley de Agricultura de Andalucía, que nunca contó con el beneplácito de Asaja-Andalucía. Ya durante la tramitación de la norma, la organización agraria puso de manifiesto que la ley además de ser “innecesaria e inoportuna”, “carecía de consenso, de propósito y de presupuesto”.

El secretario general de Agricultura presentó también a los agricultores y ganaderos compromisarios de toda la región que participaron en esta Asamblea, algunas de las iniciativas del Gobierno regional que afectan especialmente al sector agrario, como son la Ley de Economía Circular o el Pacto andaluz por el agua.

Este último es un asunto capital para los agricultores y contó con el respaldo de la Asamblea, dado que el regadío, además de ser vital para el desarrollo de la actividad agraria, constituye un factor clave en la lucha contra la despoblación, puesto que es clave para mantener la actividad económica y el empleo en cientos de municipios andaluces.

Por último, como es preceptivo y tras la presentación por parte del director general de Asaja-Andalucía, Félix García de Leyaristy, la Asamblea General aprobó la memoria de actividades, las cuentas de 2018 y el presupuesto de 2019.