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Publican el primer mapa que geolocaliza la Xylella fastidiosa

  • Una publicación recoge el amplio potencial bioclimático de expansión de esta bacteria en climas templados, con Almería como ‘zona tranquila’

Brote de Xylella fastidiosa en la Comunidad Valenciana.

Brote de Xylella fastidiosa en la Comunidad Valenciana. / EFE / MORELL

Una investigación liderada por el profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga Oliver Gutiérrez, junto con el científico del CSIC Luis V. García, ha publicado el primer mapa de distribución multiescalar y multifactorial de Xylella fastidiosa, una de las bacterias fitopatógenas más peligrosas del mundo, que provoca decaimiento y muerte en numerosas especies de cultivos leñosos, como el olivo, la vid o el almendro, según recoge la revista Phytoma en su web.

Según los expertos, la importancia de este trabajo radica en el estudio de la propagación de esta bacteria, que permite conocer hasta dónde puede alcanzar la distribución potencial global de Xylella fastidiosa en un doble contexto: mundial y regional –península ibérica y Baleares-.

Hasta ahora, los modelos de distribución sobre Xylella fastidiosa se habían desarrollado partiendo de registros de presencia localizados en contextos regionales muy específicos, por lo que la mayor parte de los mapas de distribución potencial existentes no hacían más que representar (extrapolar) una parte de la realidad. Sin embargo, esta investigación se ha llevado a cabo con un conjunto de registros más amplio, integrando los casos positivos detectados en todo el mundo en condiciones de campo, y desarrollando un ensamblaje de modelos de distribución potencial global, a partir de métodos estadísticos avanzados que relacionan registros de presencia y factores bioclimáticos.

Con los resultados, los autores han revelado un amplio potencial bioclimático de expansión de Xylella fastidiosa en climas templados. En este sentido, señalan que las áreas más expuestas a la entrada y dispersión del patógeno serían los espacios interiores próximos a la costa, en los que predominan las actividades agrarias, que soportan densidades de población intermedias y se encuentran bien comunicados. Así, según los investigadores, la península ibérica es un área muy expuesta a la dispersión de la bacteria.

El artículo, titulado ‘La dimensión geográfica de las invasiones biológicas en el Antropoceno: el caso de Xylella fastidiosa’ ha sido publicado en el número 80 de la revista Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles.

Convención Internacional de Protección Fitosanitaria

Por otra parte, la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria ha aprobado nuevas normas para el diagnóstico de seis plagas, entre ellas la ‘Xylella fastidiosa’, una bacteria que está causando serios daños en olivos y almendros.

El técnico de la convención Mirko Montuori detalló que el órgano rector de ese organismo, reunido esta semana en Roma, ha adoptado protocolos que describen los procedimientos para que los países puedan identificar correctamente las plagas.

“Los reguladores e inspectores tienen así los elementos para reconocer las plagas que detectan y, en función de eso, poder aplicar las medidas pertinentes”, dijo Montuori.

La Convención Internacional de Protección Fitosanitaria aprueba nuevas normas para diagnosticar seis plagas

La ‘Xylella fastidiosa’, identificada por primera vez en América, se ha propagado rápidamente desde 2015 a cultivos de alto valor económico de Asia y Europa, donde ha acabado con 180.000 hectáreas de olivares en Italia y se ha detectado en Francia y España.

Los protocolos aprobados también recogen los métodos para identificar la mosca oriental de la fruta, que afecta a árboles como el aguacate, el banano, la guayaba y el mango en al menos 65 países, lo que ha llevado a restringir su comercio en África, causando pérdidas anuales de unos 2.000 millones de dólares.El experto precisó que esas reglas se limitan a los trabajos de diagnóstico y no incluyen otros estándares relativos a la vigilancia o a los tratamientos específicos que se deben aplicar para controlar las plagas.

Los países miembros de la Convención también sacaron adelante un nuevo estándar internacional con el fin de mejorar la fumigación ante la creciente preocupación de sus efectos sobre la salud y el medioambiente.

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