Reforma electoral

Adiós al voto rogado en España: así ha caído la participación electoral de los andaluces en el extranjero

Elecciones al Parlamento de Andalucía.

Elecciones al Parlamento de Andalucía. / ALBERTO DOMÍNGUEZ

España dice adiós al voto rogado, modalidad de sufragio que se exigía a los españoles residentes en el extranjero desde 2011. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este lunes esta reforma electoral. El objetivo de esta norma era acabar con la acumulación de denuncias de irregularidades con el voto de los emigrados y las sospechas de fraude. La complejidad del sistema, que obliga a pedir el voto con antelación, ha hecho que la participación de los españoles que viven fuera del país se haya desplomado en los últimos comicios. 

A las elecciones andaluzas del pasado 19 de junio estaban llamados a votar 263.504 andaluces residentes en el extranjeros. Estos debían solicitar el voto a la delegación provincial de la Oficina del Censo Electoral (OCE) antes del pasado 21 de mayo. Sin embargo, sólo se recibieron 11.328 solicitudes, de las cuales fueron aceptadas 10.961. Pero no todos ejercieron finalmente su derecho pese a haberlo pedido en primera instancia: se emitieron 7.020 votos, lo que supone el 2,88% de los electores inscritos en el CERA (Censo de los electores residentes-ausentes que viven en el extranjero), según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

La caída de la participación de los andaluces residentes en el extranjero en las elecciones al Parlamento de Andalucía ha caído dramáticamente en los últimos años. En 2008, la última vez que se celebraron unos comicios autonómicos en Andalucía antes de que entrara en vigor el voto rogado, 42.406 andaluces en el extranjero ejercieron su derecho al voto, el 29,45% del censo.

Entre 1986 y 2008, el promedio de votantes era del 28,5%. Al rogar el voto a partir de 2011, ese porcentaje ha bajado dramáticamente, según informan desde el Instituto de Estudios Sociales Avanzados IESA-CSIC.

Desde que entró en vigor el voto rogado, la participación de los emigrantes andaluces no ha superado el 5% en ninguno de los últimos comicios autonómicos. Como ya se ha mencionado, la participación en las elecciones de junio que dieron la mayoría absoluta al PP fue del 2,8%. En 2018, el dato fue prácticamente idéntico, del 2,9%. En las elecciones de 2015, se emitieron 7.386 votos, el 3,5% de los inscritos en el CERA; y en 2012 se emitieron, 8.305 votos, el 4,7% del censo, el dato más alto desde que se aprobó el voto rogado.

Sus propios impulsores se desmarcan

Este desplome de la participación ha sido unánime en todo el país. En 2008, con el anterior sistema, la cifra de personas que ejercieron su derecho al voto en las elecciones generales fue de 383.016 del total de 1.201.433 inscritos en el CERA. Una vez se instauró el voto rogado llegó el hundimiento: poco más de 73.000 votos en 2011 pese a que el censo llegó al millón y medio.

Según apunta este lunes el Boletín Oficial del Estado, menos del 10% de los electores solicitaron o rogaron el voto en las elecciones generales celebradas en 2011, 2015, 2016 y 2019 "por la complejidad del procedimiento".

Los partidos impulsores de la modificación (PP, PSOE, PNV y CiU) se han ido desmarcando con el paso de los años, además de contar con el rechazo de Unidas Podemos, ERC o BNG, entre otros partidos. Pero los diversos intentos para rectificar la norma han acabado bloqueados o frustrados.

Más de una década después, las Cortes han aprobado con una amplia mayoría esta reforma que acaba con ese requisito y en su lugar introduce modificaciones para facilitar que los electores del exterior puedan votar en urna en las embajadas y consulados, además de por correo, y para asegurar que sus papeletas lleguen a tiempo para su escrutinio en España.

La reforma viene de una proposición de ley presentada en febrero de 2021 por los dos grupos que sustentan el Gobierno, el PSOE y Unidas Podemos, y que estuvo congelada por sucesivas prórrogas hasta el pasado mes de abril. En el Congreso, su articulado fue modificado mediante enmiendas pactadas con el PP y otros grupos de la oposición.

En el trámite parlamentario en ambas Cámaras se desecharon todos los asuntos ajenos al voto rogado y que se habían planteado a esta reforma, como la rebaja de la edad de voto a 16 años o la revisión de la proporcionalidad del sistema electoral. Esas otras propuestas ya se discutirán en la subcomisión creada en el Congreso para explorar la posibilidad de una reforma más amplia de la ley electoral (LOREG).

El nuevo procedimiento para los inscritos en el CERA, que entrará en vigor este martes 4 de octubre, permitirá que esos electores puedan descargarse las papeletas de Internet y adelantará el envío tradicional de la documentación electoral, con lo que podrán elegir entre las dos opciones.

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