Un operario del cementerio de Chiclana de la Frontera (Cádiz) fue agredido en la mañana de ayer por algunos de los asistentes al entierro en el que se encontraba prestando servicio tras caer el ataúd que se disponía a introducir en la tumba por un fallo en la máquina elevadora que manipulaba, dañándose la caja. Los hechos ocurrieron al mediodía, cuando los operarios prestaban servicio en un sepelio en el que se daba sepultura a un miembro de una familia de etnia gitana.

Fuentes del propio cementerio explicaron que el incidente se debió a un fallo en la maquina elevadora y el ataúd se desprendió y sufrió importantes daños que provocaron su rotura. Ante tal situación, los nervios y la tensión se apoderaron de los asistentes al entierro, que increparon a los operarios que en ese momento prestaban el servicio, llegando incluso a agredir a uno de ellos.

Ante esta situación, acudieron la Guardia Civil y la Policía Local, y los servicios sanitarios que prestaron atención a los dos operarios. Uno de ellos sufrió un ataque de ansiedad y el otro heridas de distinta consideración por la agresión sufrida, siendo este último trasladado al Hospital Universitario de Puerto Real, donde recibió el alta horas después. Este empleado ha decidido no presentar denuncia.